GINEBRA (AFP).- Estados Unidos escapó el jueves a una acusación ante la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de la ONU sobre la forma en que trata a sus prisioneros en Guantánamo debido a que Cuba renunció a exigir que se votase una resolución al respecto.

El proyecto de resolución, presentado por La Habana, pedía a Estados Unidos que aclarase las condiciones de vida y el estatuto jurídico de unos 600 prisioneros acusados de terrorismo y detenidos sin juicio, algunos de ellos desde hace más de dos años, en la base norteamericana de Guantánamo (Cuba).

El texto cubano pedía también que Estados Unidos abriese las puertas de Guantánamo a expertos de la ONU en tortura o detención arbitraria.

Según un portavoz de la ONU, era la primera vez que Estados Unidos era señalado directamente por un proyecto de resolución de la CDH, cuya 60ª sesión concluye el viernes.

La delegación cubana en la CDH precisó que La Habana renunciaba «a imponer una votación» sobre su texto ante la amenaza de una «moción de no acción» que iba a ser presentada por «Estados Unidos y sus aliados, con la complicidad de la Unión Europea y de diversos países latinoamericanos».

Una moción de no acción, cuando es adoptada, permite bloquear el examen de un proyecto de resolución ante la CDH.

El representante cubano, el embajador Jorge Iván Mora Godoy, acusó a Estados Unidos de haber «chantajeado» a los países que tienen prisioneros en Guantánamo amenazándolos con «impedir su liberación o su repatriación» si votaban a favor de la resolución cubana.

«Vemos que los países occidentales y algunos de América Latina tienen miedo a oponerse a las prácticas fascistas de la administración estadounidense porque tienen miedo a las represalias», agregó.

Entre los prisioneros de Guantánamo se encuentran ciudadanos árabes, afganos, paquistaníes, así como cuatro británicos, un ruso y seis franceses.

El embajador estadounidense en la CDH, Richard Williamson, desmintió ante la prensa las acusaciones de presión y afirmó que Cuba había «retirado su resolución porque estaba segura de perder». «Los países miembros habrían votado en contra por abrumadora mayoría», afirmó.

El representante norteamericano contraatacó deseando que Fidel Castro abriera las puertas de sus prisiones al Comité internacional de la Cruz Roja.

La iniciativa cubana sobre Guantánamo parecía una contraofensiva diplomática luego de la adopción la semana pasada en la CDH, bajo presión de Estados Unidos, de una resolución denunciando la ola de condenas de disidentes el año pasado en Cuba.

La base naval norteamericana en Guantánamo (Cuba) cuenta con unos 600 prisioneros procedentes de unos 40 países, capturados en su mayor parte durante la guerra norteamericana en Afganistán, a finales de 2001.

Muchos de estos presuntos miembros de las fuerzas talibanes o de la red Al Qaida se encuentran en la base desde que se abrió su centro de detención, en enero de 2002.

El gobierno norteamericano no les reconoce el estatuto de prisioneros de guerra, definido por las Convenciones de Ginebra a pesar de las reiteradas críticas de las asociaciones de defensa de derechos humanos.

«Estamos decepcionados de que esta resolución haya sido retirada», declaró este jueves a la AFP Joanna Weschler, portavoz de Human Rights Watch. «No ha habido hasta ahora mucha luz sobre lo que pasa (en Guantánamo) porque es tan difícil tener acceso, y ahora esta situación va a perdurar», agregó.