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LA HABANA (EFE).- Cuba se recupera paulatinamente del paso del huracán Rita, que arrastró fuertes vientos, lluvias y marejadas que provocaron graves inundaciones en zonas bajas de la costa sur y afectaron al tendido eléctrico y al suministro de gas. Rita ha adquirido la categoría cinco, la máxima en la escala Saffir-Simpson, y avanza hacia el golfo de México a una velocidad media de 20 kilómetros, con vientos sostenidos de unos 265 kilómetros por hora.
El huracán azotó el martes el litoral norte cubano con vientos sostenidos de hasta 70 kilómetros por hora y provocó intensas lluvias que han golpeado el centro y oeste de la isla durante toda la noche.
Aunque el ciclón no impactó directamente en territorio cubano y cruzó por la costa atlántica a unos 70 kilómetros al norte del balneario de Varadero, uno de los principales polos turísticos del país, y a unos 100 kilómetros de La Habana, sus efectos se han dejado sentir con dureza en las provincias occidentales.
La mayoría de las más de 200.000 personas que fueron evacuadas, entre ellas miles de turistas de las franjas costeras, comenzaron hoy a regresar a sus lugares de origen, salvo en las zonas bajas del litoral sur de las provincias de La Habana y Pinar del Río, donde se registran graves inundaciones.
La Unión Eléctrica informó de averías en 157 de los 515 circuitos existentes en la Ciudad de La Habana, Matanzas y la provincia de La Habana por el azote del viento y la lluvia.
El suministro en Matanzas y la provincia de La Habana podría quedar restablecido durante el día de hoy, pero el servicio de la capital cubana (2,2 millones de habitantes) se normalizará totalmente en un par de días, añadió la compañía.
Los cortes de luz han afectado también al suministro de gas en La Habana porque han paralizado la planta de Marianao, una de las principales abastecedoras de la ciudad.
En Varadero, los turistas evacuados comienzan a regresar progresivamente a sus hoteles, aunque algunos establecimientos están retrasando el retorno de sus clientes porque continúan las lluvias intensas en la zona.
Mientras, en La Habana cientos de personas trabajan en las tareas de recogida de escombros, árboles y postes derrumbados y en la eliminación del agua estancada en las vías próximas a la línea costera, como Quinta Avenida, una de las principales arterias de la ciudad.
El Ministerio de Educación anunció que se reanudarán progresivamente a partir de hoy las actividades docentes en los centros en que las condiciones lo permitan, aunque los alumnos internos empezarán a regresar a sus colegios a partir de mañana.
Aeronáutica Civil confirmó el restablecimiento de los vuelos nacionales, suspendidos el martes, y las compañías extranjeras que operan en La Habana comenzaron a normalizar sus servicios tras los retrasos sufridos el martes en algunas conexiones.
El mayor problema se presenta ahora en las zonas bajas del sur de las provincias de La Habana y Pinar del Río (unos 140 kilómetros al oeste de la capital), donde se mantienen evacuadas más de 30.000 personas.
Localidades costeras como Guanimar y Surgidero de Batabanó, que fueron totalmente evacuadas, se encuentran inundadas tras las intensas precipitaciones caídas en las últimas horas y las marejadas levantadas por los vientos que arrastra Rita.
Miembros de la Defensa Civil de la zona impiden el acceso a los poblados afectados, cuyos vecinos están ya acostumbrados a penetraciones del mar e inundaciones.
Los pobladores de Guanimar han sido desalojados tres veces desde el mes de julio: al paso del huracán Dennis, que azotó la isla de este a oeste y dejó 16 muertos y pérdidas económicas superiores a los 1.400 millones de dólares, con Katrina, que asoló Nueva Orleans (EEUU) y, ahora, con Rita.
Paradójicamente, las mismas lluvias que han provocado la evacuación del sur de la provincias de La Habana y Pinar del Río han sido bien recibidas en otras zonas afectadas por la grave sequía que sufre el país en los dos últimos años.
