Cuba sin Fidel

Cuba sin Fidel

VÍCTOR GULÍAS
A los 80 años de edad, la vida, de por sí frágil, lo es aún más. La enfermedad del líder cubano Fidel Castro plantea una serie de interrogantes y hay quienes se preguntan si podrá reasumir el poder, que ha mantenido firme en sus manos durante 47 años. Nadie tiene una bola de cristal para predecir el futuro, ni de Cuba ni de nadie. Pero, a quienes se están frotando las manos con la posible desaparición del legendario dirigente socialista, hay que advertir las posibles vertientes de su eventual salida del escenario, si es que ello sucede.

Se debe advertir, no obstante, que nada es eterno, sólo Dios y que, por tanto, Fidel Castro como todos los humanos, tendrá que morir un día.

¿Qué puede suceder en la hermana y vecina isla, tras la salida de Fidel? Puede que funcione la transición y su hermano Raúl se haga con el control de la situación, puede que el pueblo se rebele y demande democracia al estilo occidental y puede que cualquier imponderable se presente.

Lo cierto es que una Cuba sin Fidel, estando la isla como está situada a 90 millas de las costas norteamericanas, se podría desatar una avalancha un gigantesco éxodo hacia Estados Unidos, en busca de mejores condiciones de vida y existencia material.

Si cae el socialismo, ése será uno de los mayores problemas en las relaciones cubano-norteamericanas. Además, es casi seguro que males que afectan nuestros sistemas, tales como el desempleo, la insalubridad, la delincuencia, el narcotráfico, etc., retornarían, con creces, a la estratégica isla.

La voracidad de los poderes internacionales, también se aposentará en Cuba una vez se abra el sistema a uno donde el control estatal será menor, o se elimine, máxime ahora que se descubren grandes yacimientos de petróleo, en sus aguas profundas y reservas cuantiosas de gas natural.

Pero suceda lo que suceda, nadie puede negar la necesidad de esa isla de incentivar la inversión extranjera, mejorar la calidad y condiciones de vida de la población, otorgar mayores libertades individuales, aflojar el férreo control del Estado sobre la gente y modernizar las estructuras de la nación.

Si Cuba deja el sistema actual y abre sus puertas, el turismo se incrementaría y ello, eventualmente, podría afectar, nuestro propio mercado ya que lo novedoso siempre atrae y esa hermana nación posee un gran potencial.

El sistema cubano ha alcanzado indudables logros en materia de salud, educación y medicina pero, por lo cerrado del mismo y el bloqueo comercial, acusa notable rezago en tecnología, construcción de viviendas, transportación, producción de bienes de consumo ya que se vive en una economía de guerra, donde se raciona todo y ello representa múltiples limitaciones para la población.

Los logros deben preservarse con o sin Fidel, con o sin Raúl, con sistema socialista o con democracia. El país requiere libertad sin libertinaje, crecer, abrirse al mundo, garantizando su soberanía, respetando su idiosincrasia y autodeterminación; el pueblo, soberano, debe expresar su sentir y todos los sectores patrocinar una Cuba democrática, aún a su estilo.

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