A P 
LA HABANA. AP. Los gobiernos de Cuba y Estados Unidos sostuvieron el jueves conversaciones sobre asuntos migratorios, seis meses después de la reanudación de estos encuentros entre dos naciones con relaciones muy limitadas.
“La reunión se desarrolló en un ambiente respetuoso”, expresó la delegación cubana que participó en la ronda migratoria en esta capital en una declaración que fue enviada a The Associated Press por correo electrónico.
“Se analizó el estado de cumplimiento de los acuerdos migratorios vigentes entre los dos países, incluyendo las medidas emprendidas por ambas partes para enfrentar la emigración ilegal y el contrabando de emigrantes”, agregó el comunicado oficial.
La delegación de Estados Unidos fue presidida por Edward Alex Lee, subsecretario asistente del Buró para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado; en tanto la cubana estuvo liderada por Josefina Vidal, directora de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, indicó la información.
De acuerdo con el comunicado, en el encuentro las autoridades cubanas lamentaron la vigencia de la llamada “Ley de Ajuste Cubano”, una regulación de los años 60 según la cual los ciudadanos de la isla caribeña pueden obtener ayuda económica y residencia legal cuando llegan a Estados Unidos pues los considera refugiados políticos sin distinción de su forma de arribo o las razones por las que se fueron de la isla.
“’La Ley de Ajuste Cubano’ constituye el principal estímulo a las salidas ilegales y los arribos irregulares de ciudadanos cubanos al territorio norteamericano”, señaló el comunicado.
Esta ley además prevé que a los 11 meses de haber llegado a Estados Unidos, los cubanos tienen derecho a optar por la ciudadanía estadounidense.
Por otra parte, en el encuentro la parte cubana le informó a la delegación estadounidense sobre la implementación de la ley migratoria en vigor en la isla desde hace un año y sobre acuerdos migratorios firmados con otros países de la región, pero no mencionó los nombres de dichas naciones.
El gobierno de Raúl Castro puso en vigencia en enero de 2013 una reforma migratoria mediante la cual se eliminó el requisito de permiso de salida del país para los cubanos y se amplió el tiempo que los nativos de la isla pueden estar fuera del país, ahora hasta 24 meses, sin temor a que pierdan sus prestaciones sociales y servicios médicos gratuitos por su calidad de cubanos.
Los diálogos migratorios entre Cuba y Estados Unidos se suspendieron en enero de 2011 después de una sesión de trabajo en La Habana, sin que se diera una explicación oficial. Las conversaciones se reanudaron en julio en Washington en lo que marcó el reinicio de la frecuencia de encuentros semestrales acordada entre los dos países para examinar la aplicación de acuerdos de 1990 mediante los cuales Estados Unidos acordó emitir 20.000 visas anuales a cubanos.
Las relaciones entre Cuba y Estados Unidos se enfriaron en 2009 después del arresto, proceso y condena a 15 años de prisión del contratista norteamericano Alan Gross, quien intentó instalar tecnología satelital en la isla sin autorización oficial y por cuenta de programas del gobierno de Estados Unidos.
Mientras Washington reclamó la excarcelación del estadounidense, La Habana pidió la reducción de pena o la libertad de cuatro agentes de inteligencia cubanos sentenciados a purgar largas condenas a prisión en Estados Unidos. Un quinto agente, René González, cumplió su condena y a principios de este año fue enviado a Cuba después de renunciar a la ciudadanía estadounidense.
Las relaciones entre Cuba y Estados Unidos se rompieron a comienzos de los años 60 después del triunfo de la revolución cubana liderada por el expresidente Fidel Castro. Estados Unidos impuso un embargo comercial a la isla que lleva más de cinco décadas como una estrategia de presión para generar cambios políticos. Bajo la administración del presidente Jimmy Carter, se abrieron oficinas de intereses en La Habana y Washington en las que se realizan actividades consulares.
