Cubanos boicotean sesión de ONU convocada por EU

Cubanos boicotean sesión de ONU convocada  por EU

George W. Bush, President of the United States, addresses the 62nd session of the United Nations General Assembly at the UN in New York 25 September 2007. Bush on Tuesday imposed new US sanctions on Myanmar's military rulers and their supporters, and urged global support for efforts to advance democratic reforms there. AFP PHOTO/Emmanuel DUNAND

Al grito de «Cuba sí, bloqueo no», y golpeando los escritorios, alrededor de 20 diplomáticos cubanos y simpatizantes interrumpieron ayer una sesión de la ONU convocada por EEUU para hablar de los prisioneros políticos de la isla.
El ruido hacía imposible escuchar a la embajadora interina de Estados Unidos Kelly Currie, a altos funcionarios del gobierno del presidente Donald Trump, o al secretario general de la Organización de Estados Americanos, en la sala del Consejo Económico y Social de ONU durante la sesión.
Hacia el final de la sesión, funcionarios de seguridad de Naciones Unidas ordenaron a más de una docena de manifestantes que se habían integrado a los gritos que se retiraran. Los manifestantes gritaron «íViva Cuba libre!» y «íMentirosos!» mientras eran escoltados de la sala.
Se trató de una inusual protesta por parte de diplomáticos acreditados que tienen derecho de asistir a cualquier reunión abierta de Naciones Unidas, y un reflejo del deterioro de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba durante el gobierno del presidente Trump después de que en 2015 se restauraron los vínculos durante la presidencia de Barack Obama.
EEUU rompió relaciones diplomáticas con Cuba en 1961 después de la revolución encabezada por Fidel Castro. El embargo económico impuesto en 1958 y expandido en reiteradas ocasiones, sigue vigente.
A pesar del acercamiento que encabezó Obama, hay varios problemas que persisten, en especial el llamado de Estados Unidos a que se respeten los derechos humanos en la isla.
Currie dijo que los diplomáticos cubanos «deberían estar avergonzados» y que Estados Unidos reportaría sus acciones antes las autoridades pertinentes de Naciones Unidas. «Nunca había visto a diplomáticos comportándose como lo hizo hoy la delegación del gobierno cubano. Fue sorprendente y molesto», afirmó. «Este tipo de comportamiento no tiene cabida en las Naciones Unidas».
La embajadora de Cuba Anayansi Rodríguez Camejo dijo que la reunión fue una «farsa política». «Cuba está orgullosa de su historial de Derechos Humanos, que niega cualquier manipulación en su contra», dijo Rodríguez. «Por el contrario, Estados Unidos carece de calidad moral para dar lecciones y mucho menos en este asunto».
Currie dijo que Estados Unidos intentó tocar el tema de los presos políticos debido a que la comisión de derechos humanos de la Asamblea General de Naciones Unidas sostiene sesiones y «es un tema que merece mayor atención».

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