Cubanos en EU miran más allá de la entrega de La Habana

Cubanos en EU miran más allá de la entrega de La Habana

Richard Lapper, Daniel Dombey y Andrew Ward
FT

Para la generación  de exiliados cubanos que se ha pasado casi medio siglo soñando con el día en que Fidel Castro deje el poder, la semana pasada fue una decepción cruel. Aunque el legendario líder revolucionario salió del poder, el gobierno comunista que él estableció mantiene su puño sobre Cuba. Sin señales de un cambio de política fundamental en La Habana, Washington también continúa el embargo económico iniciado por John F. Kennedy.    

Pero ese balance puede estar a  punto de cambiar, con una elección presidencial en Estados Unidos este año y presiones económicas y sociales por un cambio en las relaciones que se construyen dentro de Estados Unidos. El creciente interés de Estados Unidos por el comercio con Cuba, un movimiento más general aparte del cambio de régimen ideológico que basó su acercamiento a la política exterior  y , sobre todo, se observa más moderación dentro de la fuerte comunidad cubano-americana de 1.4 millones hace más posible un enfoque diferente al esperado.

    “El tipo de restricción le hace más daño a las víctimas individuales que al gobierno”, dice José Basulto, un veterano de la desastrosa invasión de Bahía de Cochinos, Cuba, en 1961 patrocinada por Estados Unidos y que más adelante fundó el programa para salvar refugiados cubanos, Hermanos al Rescate. “Eso le ha hecho más daño a la causa que cualquier otra cosa. La venganza (el embargo) le hace más daño a la gente de Cuba que al gobierno.”

  La política estadounidense hacia Cuba ha estado mayormente moldeada por el amargo anticomunismo de grupos de exiliados bien organizados y ricos. Sucesivos gobiernos de Estados Unidos han persistido con el embargo a pesar de su fracaso durante más de cuatro décadas en lograr su meta: forzar a Castro a salir del poder.

En la actualidad el consenso sobre el embargo se ha debilitado. Sus restricciones afectan también la visa de los cubano-americanos. El costo del embargo ha sido muy alto entre la comunidad que una vez fue su más fuerte proponente. Raras veces sus efectos en darle un giro al comercio han sido tan limitados. No solo Barack Obama, aspirante a la presidencia por el partido demócrata, clama por una nueva política hacia Cuba, un grupo de políticos republicanos también está impulsando la idea del cambio. «Debemos estar mirando una nueva estrategia para Cuba y esto abre más el comercio, especialmente el de los alimentos,” dijo el senador republicano Kay Bailey Hutchison, de Tejas, a  ABC este  fin de semana. «Si podemos dar a las personas más contacto con el mundo exterior, si podemos construir una economía que quizás las haga más capaces de luchar contra la dictadura, pienso que eso es algo que debimos haber considerado hace tiempo”.

Hablando sobre la renuncia de Castro, Col Lawrence Wilkerson, ex jefe de personal de Colin Powell en el Departamento de Estado, dijo: “pienso que esto puede impulsar a los dos candidatos demócratas y quizás al republicano también a revisar la política sobre el tema”, lo cual podría terminar con las restricciones de visitar el país y con la disminución del embargo.

 Steven Clemons, experto en política exterior de la Fundación Nueva América con sede en Washington, dice para el próximo presidente de Estados Unidos, aflojar las restricciones del comercio y de viajes a Cuba serían los dos medios más efectivos y de bajo costo de señalar una nueva manera de comprometerse con el mundo. Él espera poca resistencia a un cambio de política entre la población mayoritaria de Estados Unidos, ya que el miedo al comunismo se desvanece.

La estabilidad del mercado de bonos  debe ser  prioridad

Los problemas de Ambac, MBIA y un grupo de otras aseguradoras de bonos “monoline” son un ejemplo clásico de cuán ventajoso y arriesgado puede ser atar un negocio peligroso a uno que tiene reputación de ser seguro. La imprudencia ha causado que inversionistas pierdan confianza en el sistémicamente importante mercado de bonos municipales. La prioridad de los reguladores debe ser restaurar esa confianza -refozando que las monolines deben ser sólo un medio para ese fin.

Las monolines están en poblemas porque, al igual que garantizaban valores de poco riesgo emitidos por minicipios de Estados Unidos, también aseguraban bonos estructuados respaldados por hipotecas que se han vuelto amargas. Aunque Ambac y MBIA mantienen calificacines crediticias de primera categoría, los temores de que la finanza estructurada los lleve a la bancarrota han elevado dudas sobre sus garantías municipales.

Decir si los aseguradores de monoline merecen las calificaciones de triple A, o aún si ellos pueden permanecer en el negocio, es como pronosticar el clima que habrá sobre oficinas de Ambac en Nueva York dentro de un mes. Uno puede saber la estación del año, pero la interacción de mil variables complejas hace que sea prácticamente imposible de predecir. Ambac, por ejemplo, ha asegurado centenares de miles de millones de dólares de bonos con su base residual de capital en acciones de $2300 millones. Si puede cumplir con los reclamos depende de sus suposiciones.

El problema es que los mercados  ya no creen más en las suposiciones sobre las aseguradoras de bonos en las que antes creía.

¿Liquidez o regulaciones laxas?

Algunos reclamarían que lo que ha ocurrido en el sistema financiero no ha sido un problema  de liquidez sino de regulaciones laxas, que convirtieron lo que debió haber sido un préstamo prudente en un festín, un exceso destructivo. Pero este argumento es demasiado optimista sobre el potencial de la regulación prudencial para contener  la toma excesiva de riesgos. En Estados Unidos el aparato entero de la política evitó cualquier acción regulativa contra el otorgamiento de préstamos laxos. Aún cuando la voluntad existe, la regulación prudencial  debe permanecer un paso detrás de la innovación financiera. Si la toma de riesgos de los intermediarios  no puede ser regulada perfectamente, necesitamos encontrar cómo reducir el volumen de transacciones. Si no, cometeríamos  la falacia que los adversarios del control de armas de fuego: “los fusiles no matan a las personas, las personas lo hacen”. 

Las claves

1.  Menor flujo

El capital financiero debe fluir a través de las fronteras en menor cantidad, de modo que las finanzas sean “primordialmente nacionales”, aconseja John Maynard Keynes. 

2. Cuenta corriente

La fuente de liquidez se encuentra mayormente en los superávits de las cuentas corrientes de los países exportadores de petróleo y en el Este de Asia, ejemplo, China.

Olimpiadas de Beijing afectarán a millones que demandan agua

El desvío de agua hacia Beijing por las Olimpiadas  y para los grandes proyectos de energía hidráulica amenazan la vida de millones de agricultores y granjeros de las provincias del noroeste de China, informó un funcionario del gobierno oficial. En una entrevista con Financial Times, An Qiyuan, presidente del comité político consultivo popular del partido comunista Chino de la provincia de Shaanxi y ex jefe del Partido Comunista Chino de Shaanxi, advirtió de un inminente desastre social y ambiental a causa del uso excesivo de los escasos recursos de agua. En un tono crítico rara vez escuchado en funcionarios chinos, An solicitó a Beijing que compense  a las provincias a las que se les ha pedido bombear su agua más limpia a la capital para asegurar los suministros potables durante las Olimpiadas. Solicitó al Gobierno eliminar los proyectos de energía hidráulica del Río Amarillo.

Líder supremo iraní apoya al Presidente

El líder supremo iraní, Ayatollah Ali Khamenei, quien tiene la última palabra en los asuntos de Estado, ha elogiado al presidente  Mahmoud Ahmadi-Nejad por su “resistencia” a la presión sobre el programa nuclear, previo a las elecciones parlamentarias.

Debemos limitar los flujos internacionales de capital

La primera gran disminución en flujos de  capital –de países ricos a países pobres– llevó a la crisis latinoamericana de deuda de principios de los años ochenta. En los años noventa flujos similares trajeron como resultado la crisis financiera asiática.

Desde 2002 el flujo de capital ha sido ascendente, de países de mercados emergentes y exportadores de petróleo al mundo desarrollado, especialmente Estados Unidos. Pero el resultado no ha variado mucho. Parece que no importa cómo fluye el capital. Parece que el problema es el hecho de que fluya en cantidades suficientemente grandes a través de fronteras –el célebre fenómeno de la globalización financiera.

Las causas y consecuencias varían dependiendo de hacia dónde va el capital. Los préstamos de los países en desarrollo se asociaban con políticas fiscales insostenibles (América Latina) y políticas de tasa cambiaria inadecuadas (Asia), pero el sector financiero no quedaba exento de culpa: por cada  prestatario excesivo hay un prestamista excesivo. Las patologías cambiaron cuando Estados Unidos entró en el festín de préstamos. Los grandes superávits de cuentas actuales y el exceso de ahorros asociados en el resto del mundo alimentaron un boom de liquidez que engordó los precios de los activos. Aunque las raíces de la crisis subprima están en el sector financiero interno, los flujos internacionales de capital magnificaron su escala.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE MIRIAM VELIZ

Publicaciones Relacionadas

Más leídas