Cubanos orgullosos de contenido televisivo

<p>Cubanos orgullosos de contenido televisivo</p>

LA HABANA, AFP – La televisión cubana se enorgullece del contenido educativo de sus programas, incluidas algunas telenovelas producidas localmente, aunque no encuentra contradictorio la difusión de series típicamente estadounidenses como «Policías de Nueva York».

Las cuatro cadenas nacionales, bajo control estatal como todos los medios locales, alternan sus informativos -un único noticiero y la Mesa Redonda, que refleja la posición oficial-, con programas didácticos que pueden parecer pasados de moda e incluso aburridos para una mirada occidental.

«La particularidad aquí es que todo es un servicio público. La idea no es ganar dinero con la televisión, sino educar, formar, entretener», explica a la AFP Mayra Cué, guionista e historiadora de la televisión, durante el tercer festival de la televisión cubana que se clausura este domingo.

Cubavisión -la cadena más vista- o Telerebelde -más orientada al deporte- y los dos canales educativos difunden documentales históricos o debates sobre la salud, cursos de italiano, química o ajedrez y programas como el del crítico Rufo Caballero, quien puede dedicar 15 minutos, en un mismo plano, a desmenuzar un filme.

En este país, con una tasa de alfabetización de 98%, esos programas ultra especializados tienen sus aficionados, aunque como en la mayoría de América Latina las telenovelas son las campeonas de la audiencia.

Los cubanos adoran esos melodramas, muchos de los cuales son producidos en la isla por un centenar de realizadores, con medios muy modestos, y otros son importados tras una cuidadosa selección.

«Las telenovelas extranjeras son escogidas por su valor cultural, ético o musical. »La señora del destino» (serie brasileña que actualmente se difunde) promueve la música y la identidad, y en la contraposición entre valores espirituales y materiales, los primeros ganan», afirma Magda González, realizadora y directora de programas dramáticos de televisión.

 Estos principios no le parecen contradictorios con la difusión de series policiales estadounidenses, como «La ley y el orden» o «Criminal Scene Investigation» (CSI en varios países latinoamericanos.

 El hecho de que transmitan una visión del mundo diferente a la de la isla no es un impedimento, según González. «Para los cubanos son cosas que pasan allá, no acá. Hay más conflictos cuando una serie o película está realizada aquí. Si es una película francesa o estadounidense que hable de la homosexualidad no produce efecto, si es de acá sí», explicó.

 La telenovela «La cara oculta de la luna», que trata temas como el Sida y la bisexualidad de un padre de familia, provocó una polémica en 2006, pues algunos la encontraron muy cruda para ser presentada en la pequeña pantalla cubana.

Para su guionista, Freddy Domínguez, el Sida tratado en una telenovela «no como un problema de salud sino social y de conducta» corresponde justamente al papel que debe jugar la televisión de «educar, entretener y hacer reflexionar».

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