Cubanos peregrinos piden favores a San Lázaro y oran por salud de Chávez

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EL RINCÕN, Cuba, (AFP).-  Yeniel Zamole se arrastró cinco kilómetros con un bloque de cemento encadenado a un pie para agradecerle a San Lázaro por la salud de su hija, mientras otros creyentes pidieron este lunes al santo más venerado de Cuba que interceda por el presidente venezolano, Hugo Chávez.

«Esta promesa yo la hago por la devoción de mi hija, que volvió a caminar aquí gracias a San Lázaro», dijo Zamole, un ceramista de 25 años que pagó una promesa a un ser milagroso venerado por católicos y santeros (practicantes de cultos de origen africano), en un país comunista que hasta 1992 era oficialmente ateo, antes de convertirse en laico.

Cada 17 de diciembre, cientos de miles de cubanos acuden al Santuario de San Lázaro en El Rincón, 30 kilómetros al suroeste de La Habana, a venerar a quien los católicos identifican con San Lázaro Obispo y los santeros con Babalú Ayé.

Visitada por el Papa Juan Pablo II en su histórico viaje en enero de 1998, esta pequeña ermita es junto a un leprosario el principal lugar de devoción a esta deidad de creación popular, en una peregrinación en la que las plegarias se mezclan con el reggaeton, el pan con lechón, el ron y los habanos.

La caminata de cinco kilómetros, desde el pueblo de Santiago de las Vegas hasta el Santuario, muchos la cumplen vestidos con tejidos de yute o ropa de color morado. Decenas de fieles se martirizan durante el camino y entran al templo extenuados, arrastrándose, de rodillas, rodando o dando volteretas.

Yeniel Zamole arrastró un bloque de cemento, otros llevaban rocas, grilletes o incluso un trozo de raíl. Un hombre rodó por la ruta con dos velas encendidas sujetadas con los dedos de los pies.

La caminata, que partió el domingo, se desarrolló bajo una fuerte vigilancia policial, en un ambiente de feria –como en años anteriores–, con puestos de comida criolla y música a todo volumen, que se mezclaba con las ventas de flores, velas y estatuillas de yeso de San Lázaro de diferentes tamaños. Una vez en el templo, los creyentes y pagadores de promesas depositaban su ofrenda al santo y rezaban, mientras el público se renovaba incesantemente.

«Mi niña cuando nació se vio muy grave. Yo le hice una promesa a él (San Lázaro) que si mi niña no iba más nunca a un hospital ingresada, yo iba a venir todos los años que yo pudiera venir», dijo a la AFP Yaniset Avila, quien acudió con su hija, que ahora tiene 11 años. «Vengo porque mi niña estuvo grave hace tres años y ya está bien. Hice una promesa por 10 años», dijo a la AFP Jorge, quien se gana la vida haciendo y vendiendo dulces en La Lisa, un suburbio del oeste de La Habana.

Algunos fieles tuvieron este año un nuevo motivo para rogarle a San Lázaro: la salud del presidente de Venezuela, principal aliado político y socio comercial de Cuba, quien fue operado el martes de la semana pasada por cuarta vez de cáncer en La Habana.

«Chávez es lo máximo, es muy bueno, él es un presidente bueno», dijo a la AFP Patricia Ascuí Martínez, una anciana de la provincia occidental de Pinar del Río que encendió velas y oró ante una pequeña foto del mandatario que otro peregrino pegó en un muro dentro del Santuario.

Olivia Valle, otra mujer de Pinar del Río que le rezaba a la foto del mandatario venezolano, expresó: «Él es muy humano, se preocupa por todo el mundo, estamos pidiendo por él en las oraciones que hacemos». «Rezo para Chávez, pobrecito, para que le ayude San Lázaro.

Le deseo mucha salud, él es bueno, yo no soy boba, él es bueno», indicó María Caridad González, de la provincia central de Villa Clara. En el plano económico, hay vecinos de El Rincón que aprovecharon la masiva afluencia de gente para ganar algún dinero vendiendo flores o comida, pero algunos se quejaron de que las ventas no fueron muy buenas.

«La venta está floja, porque hay muchos vendedores», dijo Walnier Pérez Morales, quien vendía girasoles y extrañas rosas fuera de su casa. «La devoción por San Lázaro sigue siendo la misma, pero (las autoridades) dieron muchas licencias de venta este año», se lamentó.

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