Cubanos son prisioneros en el Clásico de Béisbol

Cubanos son prisioneros en el Clásico de Béisbol

POR FRANKLIN MIRABAL
San Juan, Puerto Rico.-
Mientras los jugadores dominicanos, boricuas y venezolanos se sienten como en una gran fiesta, los peloteros cubanos son tratados como si fueran esclavos durante el Clásico Mundial de Béisbol.

Por un lado, las estrellas latinas se mantienen firmando autógrafos, asisten a la actividades sociales, tienen facilidades para usar celulares y teléfonos, los mejores televisores y pueden exhibirse ante su público.

En el caso de los cubanos es triste: Una seguridad compuesta por 12 motores de los grandes, cinco carros y varias guaguas para trasladarlos desde el hotel al estadio y de regreso a sus camas para dormir.

Mientras los demas jugadores salen a conversar, tomarse un trago y hablar con amigos de la prensa y sus fanáticos, ninguno de los jugadores de la selección de Cuba tiene permiso para poder bajar de sus habitaciones.

Y para colmo, les quitaron los televisores de sus cuartos y hasta les cortaron los teléfonos para que no reciban llamadas.

Lo del televisor, es supuestamente para que no se entusiasmen con nada de lo que ven en la Isla del Encanto.

Los teléfonos para que nadie los llame, y principalmente gente que los enchinche a desertar de Cuba.

En el caso de no socializar, es para que no sientan nostalgia de las ventajas que tiene ser una estrella, en terminos de cariño de la gente, las mujeres, las facilidades, y lo que representa ser una celebridad.

“Eso da gana de llorar”, nos comentó un ejecutivo del hotel San Juan, donde están hospedados los cubanos. Y agregó: “A esa gente los tienen peores que a los presos, mientras jugadores de los otros países se divierten.

Por un lado, se logra una concentración en el juego, pero también puede producir una impotencia al saber que no salen, no porque no quieren, sino porque sencillamente los tienen encerrados, atados para que no vean la luz.

Son esos algunos de los motivos de por que jugadores como Orlando Hernández y Liván Hernández desertaron de su país, arriesgaron sus vidas, y todo por tener libertad y poder disfrutar su estrellato y su fortuna.

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