LA HABANA,  (AFP) – «Está mucho mejor y más gordito, pero hablar de una total recuperación es prematuro», opinó Teresa Conte, quien como muchos cubanos fue sorprendida por la entrevista grabada de Fidel Castro, difundida por la televisión el viernes, tras casi cuatro meses sin recientes imágenes suyas.

 «Lo vi bien, lúcido, con mejores colores, está mucho mejor que en el video anterior», declaró a la AFP Conte, una jubilada de 67 años, que siguió la entrevista junto a su esposo, en su humilde apartamento en el corazón de la Habana Vieja.

 «Como dice Teresa nos emocionamos mucho, uno siempre siente alegría de ver a Fidel mejorando, lo veo más animado, pero su recuperación llevará tiempo», dijo el esposo, Onelio Sandoval, un chofer retirado de 72 años, que vende caramelos para completar el mes.

 Ningún detalle pareció descuidar la pareja, que comentó desde el traje deportivo con los colores de la bandera cubana que vestía Castro, hasta la firmeza del pulso al levantar ante las cámaras varios de los libros que consultó para el último de su los 45 artículos que ha publicado en la prensa desde el pasado 29 de marzo.

 «Empezó hablando muy bajito, pero terminó con tremenda potencia, leyendo fragmentos de un libro», señaló Conte, al referirse a «La era de la turbulencia», del ex presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Alan Greenspan, recién publicado.

 «Está muy recuperado, si tomamos en cuenta que ha sido sometido a varias cirugías en un año», explicó, por su parte, un médico de 28 años que caminaba la mañana del sábado hacia la clínica donde labora en el barrio de El Vedado y no quiso revelar su nombre.

 No obstante, el joven galeno subrayó que la salud de Castro «sigue siendo frágil» y «no creo que llegue a recuperarse completamente». «Tiene 81 años y no le puedes pedir peras al olmo», acotó.

 «Lo vi fresco, pero bueno… era para publicar en la prensa, para que la gente lo viera y lo vieron», declaró Lázaro, que trabaja en un mercado agrícola del popular barrio del Cerro. Convaleciente desde el 27 de julio de 2006, cuando fue operado por primera vez, Castro no ha sido visto en público, sólo en fotos y videos, y en el último difundido el 5 de junio, lució más delgado y con dificultad para articular palabras.

 El viernes, al igual que esa vez, habló durante casi una hora e ironizó sobre los recientes rumores sobre una gravedad o muerte, pero sin referirse a su salud.

 «Decían que estaba agonizando, incluso que estaba muerto, pero yo creo que es él quien nos va a matar a nosotros del susto con esas intervenciones sorpresivas», bromeó Sonia Rodríguez, una ama de casa de 53 años, ferviente católica y fidelista.

 «¡Alabado sea Dios!, mucho que le he pedido por su recuperación, en realidad está mejor, pero todavía no está a punto de merengue (totalmente bien)», añadió la espigada mulata de ojos saltones.  Locadia Azcuy, dirigente obrera ultracomunista en el municipio de Centro Habana, también vio a Castro «más fuerte y animado», y destacó que «la entrevista sirvió para callarle la boca a los que decían en Miami que estaba muerto».