El arrollador triunfo del PLD en las elecciones del pasado domingo contó con una contribución esencial del uso de los recursos del Estado y de una generosa compra de adhesiones que se incrementó con el transfuguismo de los políticos para situarse a la sombra de quienes dispensan favores apoyados en el uso de los recursos públicos.

Sin embargo, hubo una constante en cuanto a la boleta municipal, de la cual se desprenden enseñanzas valiosas. El pueblerino de los municipios apoyó a sus alcaldes más populares por la buena labor que realizan y castigó, como en Santiago, a quienes proyectaban una imagen de poca transparencia municipal. El voto municipal, con tantas alcaldías en juego y directores de distritos municipales, aún cuando el PLD contará con más de 90 de esas posiciones, permitirá a los electos continuar su labor para conservar ese apoyo, como son los casos de Higüey, Baní y Bonao; allí la eficiente gestión municipal mantiene a sus comunidades satisfechas y orgullosas de cómo se ven las calles de esas ciudades destacadas por su limpieza.

Al triunfo del PLD le cabe el refrán de “cuchillo para su garganta”, ya que el nuevo poder legislativo, y en parte el municipal, lo agregarán a lo que ya llevan a cabo desde la administración del Estado, cegándose para continuar con su prepotencia y hacerse de oídos sordos frente a los reclamos o recomendaciones que se les hagan para cambiar de rumbo, marcado por un empecinamiento de controlar todo y convertirse lo que fue el PRI por muchos años en México.

Hay temores en los pensadores sensatos, que aún cuando no sepan conceptualizar, como los define el líder del PLD, al menos han demostrado que les duele el país y se preocupan por su destino, en que ahora los abusos y exhibiciones de riquezas, alcanzadas sin esfuerzos, hablan muy mal de quienes una vez alardeaban de ser herederos honestos de un político, que si bien no fue un paradigma de estadista para saber gobernar, al menos brilló por su honradez y firmeza de carácter, cuando trató de modificar la conducta de una raza a la caza de buscar sus propios beneficios.

No hay dudas que con el nuevo Congreso, a partir de agosto, veremos acciones muy originales en que no se detendrá el endeudamiento externo, que a raudales, llenará cada sesión de las Cámaras con más préstamos en donde las comisiones estarán a la orden del día.

Lo prudente con ese poder legislativo morado es que en las escogencias de jueces para la Suprema, la Junta Electoral, los nuevos tribunales, etcétera hagan uso de la sensatez y buen juicio para que no inclinen la balanza hacia un solo lado y ofrezcan una imagen de responsabilidad ciudadana en lo que llega la hora de convocar el referendo con miras a promover la búsqueda de la reelección en el 2012 del actual Presidente de la República.

Ojalá que este triunfo arrollador del PLD no les haga creer a sus estrategas y líderes que es una patente de corso que le ha otorgado la ciudadanía, sino que es un compromiso muy grande para que protejan el patrimonio nacional y que lo dediquen al desarrollo y no destinarlo al beneficio personal.