Cuchita y Manuel Grullón

Cuchita y Manuel Grullón

Cuando el amor traspasa el tiempo, se encuentra a sí mismo, se rectifica, se afirma y se expande en su verdadera esencia. Y es que mantener viva, encendida y luminosa la llama del amor a través del tiempo, es una fascinante tarea que trae  consigo las más exquisitas satisfacciones.

Para muchos es quizás una utopía o algo demasiado difícil, pero para aquellos que saborean sin prisas los altibajos del amor en pareja, esquivan las diferencias y aprisionan sus momentos de oro, es algo que los convierte en verdaderos y eficientes pilotos del velero de la vida. Porque disfrutar las dulzuras del amor naciente es un regalo, pero mantenerlo a través de los años, desafiando diferencias, inconvenientes, rutina, hastío o sinsabores, es cuestión expertos.

Aquellos que lo logran, transitan delicias de su tiempo de plata, conscientes diferencias, de sus defectos y sus virtudes. Un tiempo donde sustituye por la paz, la angustia y la pasión por el amor verdadero.

Matrimonio es para amar, y amar decisión, no un sentimiento. Y aquellos decidieron amar para toda la vida, bien manejar su velero en cualquier tempestad que amenace su estabilidad. Amor verdadero no caduca. Se fresco y dura hasta la muerte.

Cuchita y Manuel Alejandro lo supieron un 10 de diciembre del año 1983, hace ya 25 largos años, cuando conscientes de lo que sentían, comprometieron un «Te amo» para siempre. Supieron unir sus diferencias y sus virtudes para conformar un UNO que mantuviera activa la ilusión de estar juntos. Cuchita bien lo afirma cuando dice:

«Manuel tiene todo lo que a mi me falta y yo tengo todo lo que a él le falta».

En ese sentido se complementan perfectamente, haciendo de sus vidas una aventura para ambos, donde a pesar de los años, no existe la palabra rutina y están aun presentes la sorpresa y los detalles. Porque ambos están conscientes de que el amor matrimonial es como una fogata:

Se apaga si no la alimentas. Y Cuchita, con su particular y especial forma de ser, lo sabe de sobra. Por eso, cada recuerdo de sus vidas en común es un alimento del amor. Un amor que aún les permite disfrutar juntos una puesta de sol, una cena a la luz de la luna o un derroche de alegría en su “Cavabundería”. Porque ellos han logrado ser pareja sin dejar de ser ellos mismos y esa autenticidad en sus vidas les ha permitido mantener en alto la admiración de sus encantadoras individualidades.

Ellos han sabido construir un amor maduro, que se ha pulido a través de los tropiezos y las alegrías, que se ha abrillantado a través del lenguaje de la ternura y se ha mantenido intacto a través de la coherencia de sus actos. Un amor que se ha enriquecido a través de sus hijos y se ha fortalecido a través de la armonía que ha podido prevalecer en su bien llamada «familia nuclear».

Por eso, al celebrar sus Bodas de Plata, nos permitimos la osadía de dibujar un bosquejo de un matrimonio auténtico, donde aún se perciben las travesuras del amor en sus miradas, y se disfrutan el uno al otro como en los viejos tiempos. Porque ellos no han permitido que sean «viejos» los tiempos, sino más bien, que cada instante, sea un nuevo reto que asumen con entusiasmo y somos uno por la alquimia del amor.

Después de 25 años de matrimonio, ¿Qué transformaciones recibe el amor de pareja?

El amor no se transforma, sino que se afianza y la relación se vuelve más madura, y por tanto, las cosas se manejan con mas criterio. Después de 25 años es importante ser también amiga de ese compañero, confidente y hasta cómplice, porque sino, el mundo de afuera, que no siempre va a favor de una, podría perturbar la relación.

¿Qué recuento de cosechas importantes en sus vidas podrían identificar en estos 25 años?

Nuestros hijos es la principal cosecha que hemos tenido. Y sobretodo, una familia muy unida.

Los dos lucen espléndidos físicamente, con mucha energía y esa luz en sus ojos que indica que la travesura del amor aun hace de las  suyas… ¿Es así?

¡Si, es así! Todavía hay mucha atracción entre nosotros, la cual se revive cada día con la parte que nos damos uno al otro para complementarnos.

¿Cómo definiría hoy el amor «En su tiempo de Plata»?

A diferencia de Fermina Baza y Florentino Ariza (los personajes principales del «Amor en los tiempos de cólera», de Gabriel García Márquez), nosotros sí logramos concretar nuestro amor desde el primer momento, y además, seguimos navegando en el barco «Nueva Fidelidad» (en el que quedaron finalmente navegando Florentino y Fermina).

Para llegar a este momento de plata, nuestro amor pasó primero por momentos tan frágiles como el papel y el cristal y luego se fue fortaleciendo como el cobre, el bronce hasta llegar a la plata.

¿Qué cosas se pierden y qué cosas se ganan en un amor maduro?

Si el amor es maduro, te diría que se gana más de lo que se pierde. Porque ganas un compañero, ganas una familia y ganas la construcción de tu futuro y el de tus hijos.

Por otro lado, pierdes…¿Qué se pierde……?

¡Te diría que no he perdido nada en esta relación!

¿Cuál dirían ustedes que ha sido la clave de su estabilidad como pareja?

Varias cosas. Entre ellas, la libertad que tenemos cada uno de manejar nuestro tiempo en nuestros propios proyectos o trabajo; no competir en ningún aspecto de nuestras vidas el uno con el otro y admiración del uno hacia lo que hace el otro.

La pasión y el amor, ¿van siempre de la mano?

Podrían ir de la mano, pero no son la misma cosa. La pasión se me parece más al placer, a la satisfacción y podría ser pasajera. Sin embargo, el amor, además de ser más duradero, mas permanente, se trata más de admiración, de complacer, de tolerar. Ahora, si a esto le agregas la pasión, ¡que maravilloso!

La madurez y los años acostumbran a traer consigo la rutina, ¿en su caso ha sido así?

¡Para nada! ¡Soy anti-rutina!!

No puedo hacer lo mismo tres días corridos. Manuel es más rutinario, y ahí compensamos, porque ¡no puedo reinventarme cada tres dias.

¿Qué visiones de la vida que eran importantes hace un tiempo, han pasado a un plano inferior?

La inmediatez. Queríamos que todo fuera mas rápido, que los hijos crecieran rápido, que se graduaran, que se casaran….

Ahora queremos que las cosas tomen su tiempo, que vayan mas despacio, para disfrutarlas mejor.

¿Cómo se combate el hastío o la costumbre y se siembra la ilusión y la pasión?

Comienzo por el final de la pregunta. La pasión no se siembra. Creo que es un don, y el que no tiene ese don, que busque una persona apasionada para que lo ayude a combatir el hastío o la rutina.

El hastío (como le llamas) se combate con la creatividad, con sorpresas. Fíjate, uno se enamora de sus defectos, o sea de las cosas que tú careces. Por ejemplo, si eres extrovertida, te enamoras de un tímido….

En fin, pienso que las parejas funcionales son aquellas que se complementan.

Al cabo de tantos años, una familia feliz, hijos y nietos, ¿Vale la pena el matrimonio?

¡¡¡Claro que si!!!! No sólo que vale la pena, sino que es la base de la familia.

Familia que a su vez es un elemento fundamental para la sociedad. Esa unión es la creadora de personas que van luego a interactuar con otros en esa sociedad.

Por eso la importancia de sembrar valores y principios en esos miembros, frutos de ese matrimonio.

¿Cómo se maneja exitosamente una familia nuclear como la suya?

Con muuucha tolerancia! Imagínate que vienen niños de otros núcleos familiares, con otro padre otra madre. Pero lo que hay que ser, además de tolerante, creativa y paciente. Como sabes, tenemos los míos, la suya y los nuestros.

Una cosa positiva fue que los hijos nuestros anteriores matrimonios eran relativamente pequeños cuando decidimos casarnos:

Luego vinieron los nuestros y así completamos cinco.

La primera de ellas fue: «Yo mamá de esta casa», sin importar de quién es hijo quién , y supuesto, Manuel es el papá.

Tratamos desde el principio a los 5 por igual. Al que le tocaba ir a estudiar, pues ese era el iba, no importaba de quién era Todo eso ayudó mucho.

En base a su experiencia, ¿qué valores quisiera transmitir a sus hijos acerca del matrimonio y la familia?

La honestidad, tanto consigo mismo, como con su pareja y con la sociedad; el respeto a esa persona que han escogido como compañera compañero; y la fidelidad, la tolerancia y el diálogo.

¿Podría resumirnos algunos de sus «momentos de oro»?

Cuando estoy en mi Cavabundería con el Karaoke, cantando canciones francesas y degustando un Chateau Margaux, mi vino favorito: cuando estamos Manuel y yo disfrutando del atardecer; cuando comparto una buena conversación con alguna amiga ó amigo; cuando estoy reunida con toda mi familia ampliada, hijos- ,hijas, hermanas, hermano, sobrinos, sobrinas, cuñados y cuñadas; cuando tengo una «cenita privada» con Manuel, debajo del Laurel.

Y muchos otros momentos que atesoro en mi corazón y me hacen sentir verdaderamente feliz.

En base a su experiencia, ¿qué valores quisiera transmitir a sus hijos acerca del matrimonio y la familia?

La honestidad, tanto consigo mismo, como con su pareja y con la sociedad; el respeto a esa persona que han escogido como compañera o compañero; y la fidelidad, la tolerancia y el diálogo.

Cuchitade cerca…

El amo es Tolerar y admirar El matrimonio es…La unión de dos personas que se aman y emprenden un proyecto de vida juntos.

Una familia es  …El refugio perfecto y lo que nunca te falla.

La vida es…Un período de tiempo que se nos da, que puede ser corto, mediano o largo, y como no sabemos cuál nos tocará, debemos vivir cada día como si fuera el último.

Manuel Alejandro es…Mi complemento. Tiene todo lo que me falta.

La satisfacción compartida…

¿Qué cosas se te dan con facilidad?

Las relaciones con los demás.

¡Me fascinan las personas!

¿Qué talento reconoces que te ha dado Dios?

Aprendo cualquier cosa con mucha facilidad.

¿Qué cualidades te distinguen?

Tengo mucho sentido del humor. Soy una persona alegre y auténtica.

¿Qué te apasiona?

Me apasionan muchas cosas. Entre ellas la música, cantar y bailar, la cocina, un buen vino francés, un buen libro, aprender otros idiomas, mi trabajo, todo el que hago, ya que hoy día me puedo dar el lujo de hacer sólo aquellas cosas que me apasionan.

¿Qué hace que te dé energía en lugar de quitártela?

Comenzar un nuevo proyecto, ya sea de negocio o de ayuda a los demás.

¿Qué te produce alegría y entusiasmo?

Cuando paso inventario y compruebo que todos mis hijos, los cuales viven en cuatro lugares distintos del mundo, están contentos, sanos y felices. Cuando puedo ayudar a una amiga a resolver un problema emocional, o sentimental; cuando me hacen un buen chiste, y también me entusiasma organizar una fiesta.

¿Qué cosas haces para darles alegría o valor a los demás?

¡¡¡Los invito a tomarse un buen vino!!!!!

¿Qué haces para liberarte del peso del tiempo?

Realmente el tiempo no me pesa, al contrario, me aliviana porque cada día que pasa, maduro más y comprendo porqué pasaron las cosas que pasaron.

¿Cuál es la parte de tu físico que más te gusta?

Mis ojos, porque además de ver, hablan. (Según mi marido)

Tus mayores aficiones…

Los vinos, los libros, la música francesa………

En situaciones límites, ¿Cómo reaccionas?

Me pongo histérica….Me indigno y hasta lloro…

Cuchita en una palabra……

¡¡¡AUTÉNTICA!!!

Epílogo Es placentero recordar, en tiempos de plenitud. Cuando mirar hacia atrás y ver el panorama de nuestro territorio recorrido, se convierte en «saudade».

Esa especie de nostalgia dulce que nos recuerda que fuimos dejando parte denosotros en el camino. Que el ayer se nutrió de nuestra esencia para ser presente. Que el presente es tan intenso y amplio como el instante de ahora, porque el futuro solo importa si incluye la magia de nuestros sueños.

Debajo del laurel, en la quietud de la noche y la soledad transitoria de la ausencia de la prole, Cuchita se percata de la enorme dicha con que ha sido bendecida. Se siente a gusto con su vida, la que ha vivido, la que vive hoy día y la que le falta por vivir. Se siente plena con la familia que han podido construir con la base del amor y la alegría. Se siente renovada en su papel de Mamucha, y como el águila, renueva su energía interior para surcar el cielo de sus sueños.

Porque, como bien expresa Jorge Luis Borges, «con el tiempo aprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas».

Y Cuchita y Manuel Alejandro desbordan felicidad, convencidos de esa verdad desde los inicios de su relación.

Una unión que al arribar a sus 25 años, brilla como la plata recién pulida, y desborda la complicidad de sus inicios.

Y como polos opuestos, cumplen la ley física de atraerse irremediablemente para sorpresa de muchos y disfrute de su enorme familia nuclear. Por eso, Cuchita aún se envuelve en proyectos y se nutre cada instante de nuevas y variadas experiencias, con las cuales ha sabido sazonar una relación que jamás ha caído en el sinsabor de la rutina.

Así, mientras espera a su príncipe bajo el laurel de su patio, rincón donde tantas veces han resumido sus vidas y saboreado el néctar del amor, bajo la luz tenue de una luna tímida que quizás huye del descaro de esta especie de utopía, arranca algunas notas de una guitarra que empieza a ser cómplice de sus postergados instintos bohemios, mientras degusta un Chateu Margaux, su vino preferido, y tararea en francés «La Vie in rose», como homenaje de eterna gratitud a su Creador por las bendiciones y bondades con que ha llenado su vida.

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