Cuenta atrás para que la argentina Fernández renueve su mandato presidencial

Cuenta atrás para que la argentina Fernández renueve su mandato presidencial

Buenos Aires, (EFE).- La presidenta argentina, Cristina Fernández, está a una semana de asumir su segundo mandato, el sábado próximo, en medio de conjeturas sobre los miembros que integrarán su Gobierno y con la certeza de que se propone mantener el modelo económico aunque con mayor austeridad fiscal.

Mientras se afinan detalles organizativos, la principal incógnita es quien ocupará el ministerio de Economía en sustitución de Amado Boudou, que ejercerá el cargo de vicepresidente de la nación.

Fernández, la primera mujer de América elegida por las urnas para un segundo mandato consecutivo, no ha dado ninguna pista y se presume que no habrá cambios significativos en las otras quince carteras que conforman el gabinete del Gobierno.

 En los círculos políticos se comenta el tajante rechazo del oficialismo a que el vicepresidente saliente, Julio Cobos, en su condición de presidente del Senado, tome juramento a la mandataria, como marca la Constitución. En junio de 2008, Cobos se convirtió en el primer vicepresidente que se desmarcó de su Gobierno al desempatar con su voto a favor del rechazo de las patronales agropecuarias a un proyecto oficial de impuestos móviles a la exportación de granos, lo que le valió el mote de «traidor».

Cobos reclama que se le pida formalmente que no acuda a la ceremonia de toma de posesión presidencial, como le han sugerido varios dirigentes oficialistas con el fin de que sea la presidenta provisional del Senado, Beatriz Rojkés, quien tome juramento a Fernández.

De momento se desconoce cómo se resolverá este entuerto, que no ha merecido comentario alguno por parte de la jefa del Estado, cuyo silencio también da pie a conjeturas de la prensa sobre quién ocupará tal o cual cartera. Hasta ahora, han confirmado su asistencia a la toma de posesión de Fernández el príncipe español Felipe de Borbón y los presidentes de Brasil, Ecuador, Guatemala y Venezuela, mientras que se da por descontada la presencia de los mandatarios de Bolivia, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay, entre otros.

 En estos días, Fernández ha dado señales claras de que se propone mantener el modelo de crecimiento económico basado en el aliento al consumo interno y la obra pública, pero con una «sintonía fina» que supone la quita de subsidios a grandes empresas y para las capas más altas de la población.

La mandataria ha retado a los empresarios que reclaman una mayor devaluación del peso frente al dólar y en general les ha pedido que inviertan más y que hagan un «ajuste» de sus costes para evitar alzas de precios y mantener la competitividad.

Al mismo tiempo, ha marcado distancia con la peronista Confederación General del Trabajo, el mayor sindicato del país, al pedirle moderación en sus reclamaciones salariales y rechazar una propuesta para que una ley obligue a las empresas a repartir una parte de sus ganancias anuales con los trabajadores.

Para mantener el crecimiento económico, Fernández también ha ratificado la apuesta a la relación estratégica con Brasil y dentro de la Unión Naciones Suramericanas (Unasur) con el fin de «blindar» a la región de coletazos de la crisis que afecta a Estados Unidos y Europa.

La economía argentina lleva ocho años de fuerte crecimiento, a tasas cercanas al 8 % anual en promedio, pero desde 2007 el coste de vida se ha disparado a niveles del 20 al 25 % anual, según cálculos privados que casi triplican a los oficiales y sitúan al país entre los de mayor inflación de América Latina. EFE

Publicaciones Relacionadas

Más leídas