CUENTA CON  LOS ACTIVOS POLÍTICOS DE KIRCHNER
Cristina Fernández va por presidencia de Argentina

CUENTA CON  LOS ACTIVOS POLÍTICOS DE KIRCHNER<BR><STRONG>Cristina Fernández va por presidencia de Argentina</STRONG>

Por Jude Webber
En Buenos Aires

Cristina Fernández, la primera dama de Argentina que ahora aspira a convertirse en el próximo presidente, detesta que la vean como algo menos que la mujer que es.

Pero la paradoja es que el activo más fuerte de la poderosa senadora, cuando se embarca en lo que el gobierno espera -a pesar de amargas derrotas en las elecciones provinciales y urbanas- será un fácil camino hacia la victoria en las elecciones de octubre, es su esposo.

Para muchos argentinos, todavía estremecidos por el desplome económico del país en 2001-02, en el cual fueron confiscados sus ahorros y la moneda fue salvajemente devaluada, los cuatro años del presidente Néstor Kirchner en el poder han sido todo un éxito.

Un crecimiento espectacular de más de 8% al año ha generado una ola de gasto de los consumidores, y a pesar de una crisis energética que se agudiza y una inflación preocupante, la fortaleza de la economía todavía es probable que pese más en las urnas.

Fernández ha servido en el Congreso 12 años, y actualmente es la presidenta de la comisión de asuntos constitucionales -un papel que los opositores dicen ha utilizado para asegurar la designación de jueces favorables al gobierno en Corte Suprema.

Los electores saben que, intelectualmente, es aguda, con una personalidad fuerte y con convicciones políticas, aunque carezca de la pasión por la economía de su esposo.

Los electores saben que a pesar de las diferencias de enfoque -Fernández es considerada algo más abierta, conciliadora y partidaria del mercado que su marido- ambos son, al igual que sus contrapartidas Hill y Hillary- Clinton, cortados, en gran medida, por la misma tijera.

 “Forman un equipo con un objetivo común”, dijo un empresario que los ha conocido desde el inicio de los 90, sobre la acción política del dúo.

Kirchner maneja el país al igual que un rey, desde el “palacio rosado” de Buenos Aires, y durante meses se le ha visto coqueteando abiertamente con el tipo de abdicación que favorece la candidatura de su esposa, algo que sería impensable en muchas partes del mundo.

Fernández, mientras tanto, ya se está comportando como si estuviera en campaña, y se reúne  con jefes de Estado y líderes empresariales en un intenso torbellino de giras internacionales. 

Las encuestas de opinión la muestran de manera consistente capaz de lograr una victoria en una primera vuelta en octubre, aunque cuatro meses es mucho tiempo en el turbulento escenario político argentino. Sin embargo, recientes derrotas electorales de aliados hacen ver de pronto al gobierno menos invencible.

Fernández, quien debe presentar su candidatura formalmente en un encuentro el 19 de Julio, no sería la primera mujer que preside Argentina: Isabel Perón sustituyó a su esposo, el presidente Juan D. Perón, cuando murió en 1974, antes de ser depuesta por un golpe.

A diferencia de Evita, la primera esposa del general Perón, y la más famosa consorte política de Argentina, Fernández tiene una carrera política paralela a la de su esposo, y realmente no se considera su marioneta.

“Es una trabajadora tenaz, muy concentrada, muy culta”, dijo Fernando Braga Menéndez, el publicista responsable de la campaña presidencial de Kirchner en 2003.

Pero, como dijimos, no cuenta con la pasión por la economía de su esposo; un problema potencial dados los desafíos monetarios y fiscales que tendría que enfrentar como presidenta. Los controles de precios de su esposo no lograron contener la inflación, y una grave escasez de energía están provocando aumentos impopulares en los precios del combustible y los servicios públicos cada vez más urgentes.

Si Argentina desea regresar a los mercados internacionales de capital, Fernández, como presidente, también tendría que negociar con los propietarios de unos US$20 millardos (€15 millardos, £10 millardos) de deuda no pagada que rechazaron la reestructuración que ofreció el gobierno en 2005. Sin embargo, la sustancia de su gobierno no es muy probable que divergiera mucho de la receta de Kirchner de intervención del Estado, en particular, puesto que se espera que él mantenga su influencia.

Mark Jones, un professor asociado de Ciencias Políticas de la Universidad Rice en Houston, y asesor del gobierno de EEUU sobre Argentina, ve a la señora Fernández como una jefa de Estado con un Kirchner como premier detrás del escenario.

Sin embargo, Peter Hakim, presidente de Diálogo Interamericano, un centro de análisis radicado en Washington, dijo: “No está claro si Cristina se sentirá feliz de ser una `segundona´, o si utilizaría [la presidencia] como una oportunidad para demostrar que ella es la más fuerte, la más capaz de los dos”.

Cristina Fernández

Edad: 54
Nacida en: La Plata, provincia de Buenos Aires
Carrera: Abogada. Fue electa al parlamento en la provincial sureña de Santa Cruz en 1989, dos años antes de que su esposo, Néstor Kirchner, se convirtiera en el gobernador de esta provincia.

VERSION IVAN PEREZ CARRION

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