Cuentas por cobrar por un fisco que no afina su puntería

Cuentas por cobrar por un fisco que no afina su puntería

Mermado considerablemente en la captación de tributos por más de una causa importante tiene sentido que el Estado auspicie una legislación para beneficiar a determinados contribuyentes con un borrón parcial de obligaciones retardadas, una amnistía para no perderlo todo. Un parche de corto efecto, por cierto, a partir de una realidad que ha ganado permanencia: la presión fiscal dominicana es inferior al 16%, y el promedio para América Latina ronda el 22.8%, un continente constituido por países de un crecimiento económico menor al de este país. A veces demasiado menor.

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Pero, evidentemente menos vulnerables a los escapes gracias a estructuras recaudadoras basadas en leyes racionales, equitativas y a tono con los tiempos para gravar en la medida que corresponde las utilidades de sectores productivos y áreas de negocios y servicios. Nadie en el Gobierno podría dar fe de que ejercicios profesionales muy lucrativos y no fiscalizados nutren al erario con sujeción a tasas establecidas. Exenciones declaradas o de callada » vista gorda» a empresarios extranjeros del comercio generan competencia desleal. Y la adquisición de autos lujosos es ampliamente posible por el tráfico congresual de exoneraciones, de a dos anuales a cada legislador. Postergar la reforma fiscal con obligación de transparencia en el gasto público es costumbre inveterada de gobiernos acomodadizos. ¡La política compay! A más elecciones y pasión por cargos, más renuencia a cambios fundamentales.

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