Cuentas públicas y fiscalización

Cuentas públicas y fiscalización

Uno de los pilares de sustentación de la transparencia es el flujo sin obstáculos de la información hacia la autoridad competente que la requiera. Obstaculizar ese flujo, resistirse a suministrar la información y entorpecer con esa actitud la labor de fiscalización es una falta grave que debería acarrear consecuencias. El tema viene al tapete por la queja de la presidenta de la Cámara de Cuentas, Licelot Marte de Barrios, en el sentido de que la dilación en la realización  de auditorías en dependencias de la administración pública se debe a la dilación en la entrega de documentación de soporte requerida por ese organismo.

 Esta falta guarda semejanza con la resistencia de funcionarios públicos a cumplir el requisito de la declaración jurada de bienes, resistencia que debería acarrear alguna sanción y que aquí se toma como un chiste. La  lentitud en la entrega o negación de documentación solicitada por la Cámara de Cuentas podría deberse a varias causas, entre las que cabe citar la falta de organización administrativa o contable,  que dudamos que esté ocurriendo en estos tiempos de avance informático, o la intención de impedir que la documentación solicitada por los auditores pueda conducir a hallazgos comprometedores. Sea la causa que fuere, es inadmisible que el trabajo de los técnicos del organismo fiscalizador de las cuentas estatales sea obstaculizado de esta manera.

Más vigilancia en las carreteras

La muerte de cinco miembros de una familia en el choque de una yipeta y un autobús en las proximidades de El Pino, La Vega, confirma la necesidad de mejorar la vigilancia en las carreteras para evitar o disuadir prácticas de conducción de vehículos  que puedan poner en riesgo vidas humanas. En el caso que comentamos, las autoridades deben establecer circunstancias y responsabilidades de un suceso tan doloroso, en el que parece estar de por medio la velocidad.

Los accidentes de tránsito continúan siendo una de las causas de más mortalidad en nuestro país. Están entre los principales causantes de traumas y mutilaciones. Las estadísticas sobre el particular son verdaderamente alarmantes. La falta de vigilancia en las carreteras se añade a esas causas que provocan  accidentes fatales, pues nada, ni siquiera el instinto de conservación, parecen disuadir a quienes violan los límites de velocidad o incurren en actos de temeridad al conducir.

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