Recién la antepenúltima semana de julio, el aún todopoderoso del gigante General Motors, el magnate Frederick “Fritz” Henderson, lanzó un blog personal representando a la automotriz, una forma de S.O.S. que intituló “cuéntenle a Fritz”, conforme refiere The Wall Street Journal/Listín del 26-07-09.

Procura seguro ese gurú, captar el parecer de sus paisanos en relación directa a las impresiones que perciben conectadas con la transnacional, en tiempos de apuros y quiebras que tocó a fondo la reina de las automotrices norteamericanas con sede en Detroit.

Es el relevo de lo que en los años 80ta. Estilizó el magnate de la Chrysler Corp´. el famoso Lee Iacocca.

Es también lo que interpreto nuestro presidente Leonel Fernández debe implementar, aunque ya dispone de un acervo grandote en las demandas comunitarias que se yuxtaponen en dos segmentos coherentes, electricidad y agua, relegando el empleo, educación, crimen y lucha antidrogas a planos secundarios.

Una simple mofa en los desaciertos de los subalternos de Leonel, como gráfica Diógenes & Boquechivo de Diario Libre en su edición del 27 de julio último, en que denuncia como las benditas EDES de nuestras culpas, cortan el servicio antes de que llegue la factura, cada vez más alta, desconsiderada, insoportable, asfixiante.

Todos esos grandes fosos o furnias, son sedimentos que aglutinan el “acumulo”, para pasar factura el 16-05-10 y más decisivo, el 16-05-12.

Incurriría en una invitación al descarriamiento al presidente Leonel, una persona que concita que se le aprecie sin tratarlo personalmente, como es mi caso, recomendarle ignorar los decibeles que ensordecen alusivo a supuestas corrupciones en que deslizan sus deberes algunos funcionarios.

Empero, debo reiterar que por experiencia de observar a todos los gobiernos post-Trujillo, la corrupción no disuade ni castiga. Presidente, crea Díganle a Leonel.