Cuentos de  Phipps

Cuentos de  Phipps

Miguel Phipps como persona parece un personaje extraído de cualquiera de sus libros de cuentos para adultos, por ejemplo de Las hogueras del infierno, hombre recto, puntual, responsable, y quisqui-lloso hasta la perfección.

Ahora bien, Phipps, el autor de cuentos infantiles, es un hombre de una sensibilidad expresiva capaz de tocar el corazón de una flor y el alma de un niño o niña cuando inicia su cuento “La diosa del jardín” con esta descripción: “En ese hermoso amanecer, el cielo regaló un arco iris que se reflejó en una gota de rocío que tenía en el capullo una planta exótica”.

Cuando pensamos en literatura infantil lo hacemos en función de un juego creativo de naturaleza oral que transmiten inicialmente los padres y luego los propios infantes la reproducen de manera horizontal como un divertimiento. Por lo tanto se puede afirmar que siempre ha existido en la vida de los niños la gracia de contar cuentos y recitar poesías y hacer anécdotas picarescas.

¿Existe una literatura infantil?

Durante siglos se ha discutido la existencia de una literatura para la infancia y la adolescencia. Algunos autores como el español Fernando Savater señala que “cuando pienso en una lectura educativa, me imagino uno de esos diálogos beckettianos recomendados por los oligofrénicos profesionales para aprender idiomas (…) pero la literatura infantil es realmente imprescindible”. Sin embargo, es conocida en el mundo literario la anécdota de Heinrich Hoffmann, autor de libros infantiles alemanes que planteaba a su editor que “los libros infantiles existen para ser rotos”.

De unos años a esta parte, la República Dominicana se ha despertado el interés por los autores la literatura infantil y para adolescentes y hoy, ciertamente, ha crecido el número de cultivadores de esta corriente literaria; sin embargo, la obra de Miguel Phipps es inigualable en la proliferación de títulos, en el ingenio y la creatividad temática y en sentido general en la calidad de su producción.

Ningún autor dominicano ha sido capaz de publicar ininterrumpidamente cuarenta cuentos infantiles con una gama tan variada de temas, entroncados todos con la realidad del ambiente promedio de niños y niñas dominicanos, tanto de la zona urbana como suburbana y rural.

Una de las cualidades a destacar de los cuentos infantiles de Miguel Phipps es la articulación de un anécdotario vehiculado en un lenguaje que conecta la capacidad comunicativa de la metáfora histórica y el conjunto iconográfico que la ilustra para reproducir un discurso que hace de la obra un texto funcional: preciso, macizo y conciso.

La supremacía del autor deviene principalmente de su persistencia y estudio del “mundo” infantil, sus aproximaciones al lenguaje de los niños al retener y rescatar los valores primigenio, donde esa inocencia todavía no ha sido permeada por el mundo de la globalización, en ese lenguaje de contenido perverso de la programación de canales de televisión infantiles con programas de contenido violento y esencialmente basados en una semiótica  y en un significado agresivo, al servicio de intereses ideológicos hegemónicos.

Como en El espejo de Lida Sal, del nobel guatemalteco Miguel Angel Asturias, todavía en el mundo narrativo de Miguel Phipps sus personajes se desarrollan en “un país de paisajes dormidos. Luz de encantamiento y esplendor. País verde. País de los árboles verdes (…) bajo un cielo azul sin una mancha. Y todas las combinaciones de los colores florales, frutales y pasajeros en el enjambre de las anilinas. Memoria del temblor de la luz”.

Una virtud y una ventaja en Miguel Phipps, es su origen suburbano, hombre nacido en el ingenio Consuelo lo convierte, desde temprano, en un muchacho que vive la experiencia campesina y a su vez tiene contacto con un mundo tecnológico y de diversas culturas (dominicana, cocola, puertorriqueña y haitiana) que operarán como vasos subterráneos comunicantes en el subconsciente del autor al momento de crear la obra.

Es importante poner de manifiesto la importancia que asigna Phipps al medio donde él nace y se desarrolla, dándole categoría de materia prima en su obra, como por ejemplo en el cuento “El perro que salvó al niño” al situar e ilustrar su historia. “A orillas del río Higüamo, vivía una humilde y buena señora con su único hijo llamado Luisito, a quien regañaba frecuentemente”.

En este interesante relato la historia como en algunos de los cuentos infantiles gira en torno a una moraleja educativa, que es una de las materias de discusión más frecuentes en torno a la literatura infantil: ¿Es la literatura infantil un medio de educación o es una relación entre el desarrollo y el lenguaje en el niño, entre el pensamiento y el lenguaje, en virtud de que los infantes necesitan y de alguna manera exigen experiencias de lengua apropiadas y por lo tanto requieren de una literatura que avance igual que ellos?. En este sentido Antonio Moreno Verdulla en su obra Literatura Infantil aclara que la literatura infantil es una forma de comunicación que persigue una diversión espiritual que puede ser estética o lúdica y que esa literatura puede ser oral o escrita.

La presencia de la literatura infantil producida por Miguel Phipps puede llevarnos a la conclusión de que es el aporte más importante que un autor dominicano haya hecho a la educación y a la niñez dominicanas con la publicación de cuarenta cuentos, muchos de los cuales editados y/o aprobados como obras complementarias de los programas de educación básica del Ministerio de Educación del país.

Miguel Phipps es un hombre relativamente joven en plena capacidad de producción, con una disciplina y una vocación que promete mucho más por hacer en  beneficio de la literatura infantil y en general de la literatura dominicana.

En síntesis

Miguel Phipps

Nació en el ingenio Consuelo en 1955. Académico de la Universidad Central del Este (UCE), poeta, cuentista, novelista y especialmente narrador de literatura infantil. Ha sido condecorado y reconocido por innúmeras instituciones públicas y privadas, incluyendo la Academia Dominicana de la Lengua y el Consejo Nacional para la Niñez. Cuentos para adultos: La mano sagrada, Duendes en la noche, El seno de lo prohibido, Las hogueras del infierno, Cuentos de barrio. Novelas: El calvario de la traición y Hombres, mujeres y gallos. Poesías: Poemas a la patria.

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