POR LLENNIS JIMÉNEZ G.
El Cuerpo de Bomberos del Distrito arribó ayer a su 79 aniversario de fundación, recordando las miles de vidas que han salvadas y las desgracias que han impedido desde 11 de marzo de 1928, cuando la institución de socorro empezó a brindar su labor.

Los bomberos acudieron a la iglesia de Las Mercedes a recibir la bendición de la patrona, en su día, donde el párroco fray Máximo Rodríguez deploró que a esta institución se la tenga como “cenicienta” y sólo se recuerde en el momento de apagar un fuego.

Al oficiar la eucaristía de acción de gracia, Rodríguez abogó porque los bomberos -que entregan su vida en cumplimiento del deber- sean remunerados con salarios dignos, a la altura del sacrificio que hacen para enfrentar las situaciones de peligro.

Dijo que el bombero que levanta una manguera para aplacar un incendio, tiene una familia que mantener, debe alimentarse bien para poder asumir la responsabilidad que tiene por delante

En otro aspecto, deploró el clima de violencia, corrupción, droga y desenfreno que exhibe la gente; el desorden familiar y la promiscuidad de parejas que estando casadas, deciden formar dos y tres relaciones concomitantemente.

Recordando al héroe de la Restauración, el general Gregorio Luperón, como mentor de los bomberos, el jefe del cuerpo de Bombeos, general Oscar Guillermo García, los miembros de la plana mayor, personal y voluntario colmaron la iglesia.

Alrededor de 230 bomberos asalariados y 450 voluntarios dan a las demandas que se presentan en los 94 kilómetros cuadrados de la ciudad

“El hombre y la mujer bombero es un ser de abnegación, de mucho sacrificio, pero sobre todo, una persona muy amante de su ciudad y de los que  en ella vivimos, sobre todo”, afirmó García.

La mayor responsabilidad que a su entender tiene el bombero, es que entrega todas las horas de su vida al servicio.