Cuerpo Consular presenta mañana concierto sinfónico

Cuerpo Consular presenta mañana concierto sinfónico

POR CARMEN HEREDIA DE GUERRERO
El Cuerpo Consular acreditado en el país ofrecerá mañana un concierto con la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida por el maestro Álvaro Manzano, y la participación del cellista invitado Zuill Bailey. El concierto es a beneficio del Club Shrine Dominicano, en el Teatro Nacional.

PROGRAMA
Franz Joseph Haydn – Concierto para violoncello y orquesta No. 1 en Do Mayor

Este concierto compuesto entre 1761 y 1785, se creía perdido hasta que fue encontrado en 1961, en el Museo Nacional de Praga. Dedicado al destacado cellista de la época Joseph Weigl, exige del solista gran virtuosismo. Las “cadenzas” del primer y segundo movimientos no son originales del compositor, siendo frecuente que el cellista toque cadenzas de compositores anónimos del siglo XVIII.

Piotr Ilyich Tchaikovsky
“Variaciones sobre un Tema Rococó” Opus 33, para violoncello y orquesta

Esta obra de corte clásico escrita en 1876 fue dedicada al cellista Wilhelm Fitzenhagen, profesor del Conservatorio de Moscú, quien la estrenó en esa misma ciudad, el 30 de noviembre de 1877. La obra consta de una introducción de la orquesta y un tema que expone el cello; se desarrolla en siete variaciones separadas por breves “cadenzas” del solista, e interludios orquestales. El tema ofrece al cellista oportunidad de lucimiento a través de sus variaciones, no sólo en los pasajes virtuosísticos, sino también en los momentos en el que el tema adquiere un carácter elegíaco, que exige al solista grandes dotes expresivas.

Piotr Ilyich Tchaikovsky
Sinfonía No. 4, en Fa Menor, Opus 36

Estrenada en Moscú el 22 de febrero de 1878, por el director y pianista Nikolai Rubinstein. Los comentarios que transcribimos sobre esta Cuarta sinfonía, fueron vertidos por el propio autor.

“¿Como podrían expresarse los sentimientos que nos llenan durante la composición de una obra instrumental sin título? Es un procedimiento enteramente lírico, parecido a lo que ocurre al poeta que se expresa en versos. La diferencia está en que la música posee medios de expresión más ricos, un lenguaje más fino para representar los múltiples momentos del alma… La introducción contiene la semilla de la sinfonía, la idea fundamental en la que se basa todo: “Es el fatum, el destino, aquel poder nefasto que no deja realizar nuestro afán de felicidad, invencible, inexorable, sólo nos queda entregarnos y seguir deseando”.

En el primer tema, el destino parece alejarse. Los sueños se anidan en el alma, lo triste está olvidado. ¡Ha llegado la dicha! Pero no, fue un sueño. El fatum lo ahuyenta, y así toda nuestra vida es un cambio interminable de realidad y sueños fugaces.

El segundo tiempo expresa otra etapa de la melancolía. Los recuerdos acuden de todas partes, dulces los que evocan la juventud y tristes si pensamos en lo que se fue para siempre.

El tercer tiempo no expresa sensaciones determinadas, son imágenes caprichosas, de apariciones fugaces que pasan por nuestra fantasía. El corazón no está ni triste ni alegre. Dejamos correr la imaginación.

El cuarto tiempo. ¡Si en ti mismo no encuentras motivos para la alegría, búscalos en los demás!, ¡Mézclate con el pueblo! Mira como se divierte y se entrega sinceramente a la diversión. Hay alegrías primitivas, pero hondamente sentidas, ¡Vive!”.

Apuntes: El tercer tiempo es de instrumentación especial: las cuerdas en “Pizzicato” causan una impresión imborrable. El último tiempo emplea una canción popular rusa, “Hay un árbol alto en mi campo”. Toda la obra revela fuerte carácter nacional, aunque mantiene relación con el sinfonismo romántico.

ÁLVARO MANZANO

Músico ecuatoriano con formación académica completa en Dirección de Orquesta Sinfónica y Ópera. El título de maestro “Summa cum laude” lo obtuvo en el Conservatorio Superior Tchaikovsky, de Moscú, en 1985. Director por muchos años de la Orquesta Sinfónica de Ecuador. Del 2001 hasta el 2004, dirigió la Orquesta Sinfónica Nacional de República Dominicana. Actualmente es Director Musical del Teatro Nacional Sucre, de Quito. Su actividad como director, compositor y pedagogo, le han hecho merecedor de numerosas distinciones en su país natal como en el extranjero. En 1991 obtuvo en Helsinki, Finlandia, el premio “Joven Sobresaliente del Mundo”. En 1987 fue declarado “Ciudadano Honorario” de la ciudad de Louisville, Kentucky, Estados Unidos. Fue investido como Miembro de Honor de la Asociación de Intérpretes Clásicos Argentinos, en 1992.

Además de director es un promotor cultural, pedagogo, panelista, conferencista, comentarista y crítico musical. En el campo de la composición sobresalen sus obras “Introducción y Fuga sobre un tema andino”, “Sakura, Variaciones Sinfónicas sobre un tema japonés” y el poema sinfónico “Rumiñahui”.

ZUILL BAILEY –cellista-

Graduado del Conservatorio Peabody y la Julliard School. Músico multifacético de consumado virtuosismo, Zubill Bailey se ha establecido como uno de los más solicitados y activos cellistas de hoy. Se ha presentado con grandes orquestas sinfónicas de Estados Unidos. Ha tocado conciertos en Israel y Jordania, en el Festival Internacional de Cello de Manchester, y en festivales de música de cámara en St. Nazaire y Montreal. El señor Bailey hizo su debut en el Carnegie Hall con el estreno de la Rapsodia de Mirlos Theodorakis “Rapsodia para Cello y Orquesta”. Este distinguido cellista, toca en un cello Mateo Goffriller de l693, que anteriormente pertenecía a Mischa Schneider del Cuarteto de Budapest. En adición a sus múltiples compromisos internacionales, es profesor de cello en la Universidad de El Paso, Texas, y director artístico de El Paso Pro Música.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas