Cuerpo insólito

Cuerpo insólito

POR RICARDO GONCEBAT
EFE – REPORTAJES

Inmunodepresión, ingeniería genética, biología molecular, enfermedades psicosomáticas, epidemias emergentes, fármacos selectivos, cirugía mínimamente invasiva, telemedicina, resonancia magnética nuclear, factores de riesgo…

Los medios de comunicación, las revistas científicas y los manuales médicos, se ocupan de muchas cuestiones relacionadas con la salud y nuestro organismo, a menudo tan complejas de entender cómo sus denominaciones, pero dejan de lado las cuestiones más sencillas y cercanas, que nos a afectan a diario.

¿Sabía qué el dicho de que una “barriga llena no aprende bien”, tiene base científica?

Ello se debe a que la sangre no se distribuye de forma homogénea por todo el cuerpo, sino que acude más abundantemente allí donde hace falta: después de una comida copiosa muestra digestión reclama nuestras energías y el cerebro se queda a media vela, con fatiga, desgano y falta de atención.

A nuestro médico lo consultamos por dolores, fiebres, erupciones, debilidades y síntomas preocupantes de todo tipo, pero jamás se nos ocurriría preguntarle porqué nuestro pelo se vuelve blanco al envejecer, si las arrugas tienen alguna utilidad o porqué nos resulta difícil localizar con el dedo aquel diente cuya caries reconocemos fácilmente con la lengua.

El médico y odontólogo alemán Jürgen Brater, autor de “Lo que Fleming nunca contaría” (Robinbook, 2004) da respuesta a éstas y muchas otras de las preguntas más frecuentes sobre los fenómenos cotidianos del organismo, demostrando que además de serias, la medicina y la ciencia también pueden ser divertidas.

Conocer las intimidades de nuestro cerebro, sistema nervioso, defensas orgánicas, hormonas y cinco sentidos, puede ser un paseo de lo más entretenido, sorprendente e instructivo, cuando se indaga en los enigmas corporales que nos hacen humanos pero a los cuales no prestamos mucha atención, como los que siguen:

– ¿Por qué volvemos los ojos hacia arriba al meditar?

Muchas personas tienen una memoria predominantemente visual, recuerdan sobre todo imágenes. Si estudian para un examen, procuran buscar en el libro de texto un esquema, diagrama o ilustración, y es al tratar de recordar esa imagen, cuando se vuelve la mirada hacia arriba, inconscientemente. Además, los científicos han descubierto que quien mira arriba a la derecha, trata de recordar una imagen, y el que mira arriba a la izquierda, tiene su cerebro ocupado en crearla mentalmente. Cuando creemos haber hallado la solución volvemos a mirar al frente.

– ¿Por qué se trasmiten los aplausos de una persona a otra?

La psicología opina que los movimientos de masas parten de un individuo que rápidamente consigue suscitar imitadores. Incluso hay una fórmula matemática que expresa la velocidad con que se propaga el entusiasmo de espectador en espectador. Se ha descubierto que cuando se termina un concierto o espectáculo, todos arrancan aplaudir y se produce un cierto alboroto, pero al cabo de unos momentos todos aplauden más despacio y se establece la uniformidad. Después, parte del público redobla la velocidad y, tras varios ciclos, se agota el entusiasmo.  

– ¿Qué son los “lapsus linguae” y por qué ocurren?

Freud atribuía estos fallos del habla, por ejemplo, decir “te amo”, en vez de “te llamo”, a deseos y representaciones inconscientes de la psique, que le hacen la jugarretas al hablante. Otra causa común de los lapsus es la concurrencia de dos intenciones incongruentes durante la enunciación, por ejemplo cuando alguien combina “me da igual” con un “no me importa” y le sale “no me da igual”, contradiciendo su verdadero propósito. En el momento de decirlo, las dos alternativas parecen idóneas, y de ahí que se confundan en la frase pronunciada.

– ¿Por qué nos brillan los ojos al reír?

Cuando reímos se produce una compleja interacción de músculos faciales. Cuando el cigomático se contrae, la comisura de la boca se eleva y deja ver los dientes de la mandíbula superior. Si se intensifica la risa, se contrae además el orbicular mayor alrededor del ojo, tirando de parte de la mejilla hacia arriba y aparecen las “patas de gallo”. Así la parte superior del rostro cambia de expresión y trasmite simpatía y alegría. La sensación de que los ojos brillan se debe a un aumento de la secreción de lágrimas.

– ¿A qué se debe la sensación de haber vivido ya algo?

Desde que nacemos, nuestro cerebro toma nota de todas las informaciones aunque sólo el 2 por ciento de ellas pasa a la mente consciente; así que puede que hayamos realmente presenciado antes algo que ahora no recordamos y sale a la superficie gracias a un nuevo estímulo. Otra explicación del denominado “dejà vu”, es que suele producirse bajo condiciones de estrés, falta de sueño y otras sensaciones fatigantes, y ello hace que se introduzca un error en nuestro proceso de informaciones en el cerebro, haciéndonos creer que la situación se ha vivido antes, cundo en realidad no ha sido así.

– ¿Cuál es el reflejo más rápido del organismo?

Huir de una quemadura: el que apoya la mano en una placa de metal candente, ha retirado el miembro antes de que la sensación de quemarse haya penetrado en su conciencia; el dolor sobreviene varias milésimas de segundo después.

– ¿Ante un susto, por que sentimos escalofríos en la espalda?

Los nervios de esa zona de cuerpo contienen una proporción muy superior de fibras vegetativas, es decir no voluntarias, en comparación con la parte anterior del cuerpo. Esas fibras son las que, ante un temor o susto, contraen rápidamente los vasos sanguíneos de la espalda, y debido a ello, la piel se enfría.

– ¿Por qué se contagian los bostezos?

Entre los monos papiones se cree que el bostezo es un mensaje de que es hora de acostarse a dormir todos al mismos tiempo, evitando que los rezagados perturben el sueño de los demás. Un animal empieza a bostezar, al poco todos le imitan y más tarde se ponen a buscar dónde yacer. Entre los humanos, cuyos antepasados vivían en hordas parecidas, posiblemente el contagio del bostezo sea un recuerdo de aquellos tiempos primitivos.

– ¿Por qué nos ponemos colorados al tener vergüenza?

Una región del cerebro, denominada tálamo es el paso obligado de las señales que envían los órganos de los sentidos ante los estímulos del entorno. En este proceso, las impresiones visuales, olfativas, gustativas, auditivas y táctiles quedan asociadas a los contenidos psíquicos de placer, desagrado, repugnancia o vergüenza. Pero el tálamo también está relacionado con las vías nerviosas que controlan las funciones cardiovasculares. Habitualmente, al sentirse avergonzada o colérica, los capilares de un apersona se dilatan y su piel cobra un color rojo fuego.

– ¿Por qué aparecen las ojeras?

Además de ser un rasgo hereditario, los círculos oscuros que se forman alrededor de los ojos son frecuentes en personas delgadas y con una piel fina, que no tienen una capa suficiente de tejido blando que rellene las cuencas de sus ojos. En condiciones de cansancio, consternación o fatiga intelectual, automáticamente adoptan una expresión facial típica, en la que los músculos de su cara tiran hacia abajo de la piel que rodea el párpado inferior, con lo que resaltan las ojeras y la expresión de tristeza.

– ¿Por qué no nos hacemos cosquillas a nosotros mismos?

El responsable parece ser el cerebelo, que “previene” al centro receptor del tacto en el cerebro sobre la naturaleza de la sensación que va a recibir. Cuando nos tocamos nosotros mismos la sensación en muy distinta de cuando nos toca otra persona: el cerebro está alertado de un contacto inminente y atenúa la sensación, como medida preventiva, antes de que la percibamos.

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