Cuervos en el castillo “La Torre de Londres”

Cuervos en el castillo “La Torre de Londres”

Elsa Ramírez de Miura

Siempre ha habido cuervos en el castillo “la Torre de Londres”, en Londres, Inglaterra. Existe una leyenda que dice que si deja de haber cuervos en la Torre, esta caerá junto con la monarquía inglesa y el imperio británico. Para evitar que se vayan, les recortan las alas a algunos de ellos.

La sirenita es una famosa estatua situada sobre una piedra en el puerto de Copenhague capital de Dinamarca, símbolo de esta ciudad. Ha sufrido varios atentados como pintadas, explosivos, encadenamientos y varias veces decapitada. La estatua es obra del escultor Edvard Eriksen, por encargo del magnate cervecero danés, Carl Jacobsen, al enamorarse del personaje tras ver el ballet “La Sirenita” (1909) en el Teatro Real.

Eriksen se inspiró en el rostro de la bailarina Ellen Price y, al no convencer a la bailarina para que posase desnuda, el escultor usó a su esposa como modelo. La estatua fue situada en el puerto de Copenhague el 23 de agosto de 1913 por una donación de Carl Jacobsen, quien quiso inmortalizar el personaje de “La Sirenita” que, según el cuento, renunció a la inmortalidad a cambio de dos piernas por amor a un príncipe.

La versión femenina de los samuráis fueron las Onna-bugeisha, quienes formaban un reducido pero icónico grupo de mujeres que desarrolló actividades bélicas en el Japón feudal para proteger su casa, familia y honor durante la guerra.

Su arma más usada fue la naginata, una variedad de lanza de hoja curva, cuya longitud permitía compensar la mayor fuerza y tamaño corporal de oponentes masculinos, manteniéndolos a distancia.

La palabra “alarma” proviene del grito de guerra “al arma”, que se producía cuando se divisaba al enemigo.

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