CUESTA $2

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La Unión de Medianos y Pequeños Industriales de la Harina (UMPIH) anunció ayer que a partir de la próximas semana el precio de un pan costará «por lo menos» RD$5, por las incesantes alzas de la materia prima y de los insumos para su elaboración.

El presidente de la entidad, Pedro Pablo Grullón, dijo que ese sector está pasando por una de las peores crisis de su historia y que existe la posibilidad del cierre de 2,000 panaderías a nivel nacional, lo que pone en peligro 100,000 empleos directos y otros tantos indirectos.

Grullón dijo que el saco de harina tendrá un aumento de casi RD$500, lo que hace «imposible» seguir vendiendo un pan al precio que lo están haciendo actualmente.

Sostuvo que esta situación ha traído perturbación a la industria panificadora nacional y anunció que la entidad convocó a los productores de pan a que participen en la gran asamblea extraordinaria que se celebrará el próximo viernes 22, donde se debatirá el tema para fijar una posición al respecto.

«En menos de seis meses, los costos operacionales de nuestras empresas se han disparado en un trescientos por ciento. Todas las materias primas e insumos se han mantenido incesantemente subiendo de precios, lo que hace imposible seguir operando en esas condiciones», dijo Grullón.

Sostuvo que aparentemente al gobierno no le importa que el pan suba de precio, porque ni siquiera le dio respuesta a la UMPIH sobre su propuesta de una tasa preferencial para las materias primas e insumos por las alzas de la prima de dólar.

Calificó al gobierno de «insensato» y de no sabe resolver los problemas del país.

Precisó que en vista de que casi la totalidad de la materia prima que se usa se compra en dólares, sería justo que el reajuste del precio del pan se haga con la misma fórmula y el mismo método con que la Secretaria de Industria y Comercio sube los combustibles.

Dijo que además del impacto negativo de los costos de la materia prima, se agregan las alzas en el transporte, la seguridad social, la nueva escala de salarios y otros elementos que «asfixian» la rentabilidad en la producción del pan y limita la capacidad alternativa del sector.

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