– Hay que entender los elogios y piropos, tanto los sinceros como los de los oportunistas que hacen ola, que le han llovido al presidente Danilo Medina por su “valiente y responsable “ decisión de observar la ley que pretendía convertir a Loma Miranda en un parque nacional, pues al fin y al cabo la torpeza conque fue elaborada por los señores legisladores no le dejaba al mandatario otra alternativa que no fuera enmendar el desaguisado. Pero no todos los que estamos sentados en las gradas, si se me permite utilizar el lenguaje del beisbol con el que estamos tan familiarizados, vemos el juego de la misma manera ni valoramos por igual las jugadas y las destrezas y habilidades de los jugadores, aunque solo sea por razones tan obvias y elementales como nuestras preferencias por uno u otro de los equipos que están en el terreno. Pero colores y preferencias aparte, creo que el mandatario dejó correr demasiado distancia a la pelota de la eventual explotación minera de Loma Miranda, para seguir hablando en términos beisboleros, por lo que tuvo que recurrir a la velocidad de sus piernas para poder llegarle a tiempo al batazo y evitar así un palo entre dos que pusiera corredores en posición anotadora. Los aplausos por “la espectacular atrapada”, por supuesto, no se hicieron esperar, sobre todo tratándose de un jugador tan popular, pero como buen fanático me siento con derecho a decir, sin importar lo que finalmente opine el “anotador oficial”, que por haberle salido tan tarde al batazo el presidente Medina estuvo a punto de cometer un costoso error que pudo echarle a perder la efectividad del pitcheo de su gobierno, que en estos momentos es de un increíble 0.00.