A pesar de que el número de suministros instalados de la distribuidora de Electricidad Edesur se incrementó en cerca de 13,000, la cantidad de facturas emitidas se redujo en unas 65,000, afirmó el ingenerio Moisés Alejandro Banks Peña en una carta dirigida al ingeniero Fernando Rosa, director ejecutivo del Fondo Patrimonial de las Empresas Reformadas, con copias al presidente Leonel Fernández, a los funcionarios que dirigen los diferentes organismos del sector eléctrico y a las representaciones locales del Banco Mundial y de la Agencia para el Desarrollo Inernacional de los Estados Unidos (USAID).

Además, Banks Peña dijo que la gerencia de esa distribuidora no ha implementado ninguna acción que permita volver a convertir en clientes a los cerca de 180,000 usuarios que están en la condición de cortados por impago o en baja por impago, quienes reciben la energía gratuitamente a pesar de estar identificados en la base de datos de la empresa.

“La situación es peor si se comparan estos hechos con el número de viviendas que según el último censo nacional, pertenecen a la zona de concesión de EDESUR, la diferencia entre el número de facturas emitidas y la cantidad de viviendas es alrededor de 540,000 es decir, se le está facturando a menos de la tercera parte de las viviendas que reciben energía en dicha zona de concesión”, explica. 

Sostiene que otro tema estratégico es el monto de la energía facturada a los clientes en comparación con la cantidad de energía comprada a las empresas generadoras, ya que, según explicó, tampoco en este tema se han tenido resultados halagüeños.  Explicó que así como se han elevado los promedios mensuales de las compras y la facturación de la energía, también se han incrementado las pérdidas promedio mensuales.

Afirmó que “el incremento promedio de las pérdidas (7.7 %) ha sido mayor con respecto a la facturación (7.3 %) y las compras de energía (7.4 %) en la gestión de dichos administradores. Es decir que también se ha retrocedido en este aspecto”.

 También señaló que más del 70% de las pérdidas se concentran en las Zonas de Santo Domingo y San Cristóbal, mientras que alrededor del 30 % se distribuye entre nueve provincias.  “En cuanto al elemento estratégico y crítico de los cobros de la energía facturada, la situación es similar. Han aumentado los montos promedios de la facturación y los cobros, pero también se han incrementado el promedio de los montos no cobrados”, agrega.

Hizo la “salvedad de que el incremento en la facturación y los cobros no es fruto de una mejoría en la calidad de la gestión de la empresa, sino el resultado de los aumentos en las tarifas dispuestos por la Superintendencia de Electricidad luego de la llegada de los administradores extranjeros, como reflejo de las situaciones relacionadas con los precios del petróleo”.