POR SOILA PANIAGUA
Hoteleros de Sosúa alertaron sobre los efectos negativos que empieza a producir la medida que controla  la venta de bebidas alcohólicas después de medianoche en bares y restaurantes.

Armando Casciati, quien opera varios hoteles en la zona, dijo que los ingresos de los establecimientos que operan en Sosúa han disminuido en más de un 30% y que a mediano plazo podría incidir en una disminución del flujo de turistas.

Casciati, quien habló con periodistas en el marco de la Bolsa Mundial de Turismo Berlín 2007, donde participaron 30 expositores dominicanos, dijo que es importante que República Dominicana mantenga los incentivos al sector hotelero y mejore la  infraestructura del entorno.

Explicó que los hoteleros tienen los mismos gastos que cuando los bares y restaurantes cerraban al amanecer.

Teme que los problemas que suceden cada vez que los agentes policiales se presentan en los lugares de diversión vistiendo uniformes militares y armas largas a sacar a las personas de los bares y restaurantes cree una mala  imagen.

Casciati indicó que los turistas que visitan el país  vienen en busca de diversión y que no es prudente que además de restringir la venta de bebidas alcohólicas se obligue a cerrar los establecimientos de diversión a medianoche.

«Eso crea un daño increíble a la imagen de República Dominicana en el exterior. El problema es que la voz corre, sobre todo por la Internet y entonces la gente en el exterior se pregunta por qué tiene que ir a un país donde se vive en alerta roja, donde te sacan de los bares», dijo. Lo mismo sucede con la difusión continua que se está dando a los actos de  violencia que ocurren en el país, señaló.

«Esa es una decisión que afecta toda la zona  es que los turistas que vienen aquí viene a divertirse  y esa medida impiden que cumplan su acometido», dijo. Agregó que «esa decisión que quizás sea válida para otra zona del país, pero no en  lugares como Cabarete y Sosúa, donde nunca hubo problemas mayores de criminalidad, ni  tampoco lo hay ahora».

Manifestó que el problema se agrava cuando los agentes policiales  acuden a sacar a las personas con armas largas y hasta se pasan de la línea.

«Tenemos la prohibición de vender alcohol más allá de la una los días normales, pero se está obligando a la gente a dejar los restaurantes y bares, aunque no se esté consumiendo alcohol. Ellos entran con armas largas, vestidos con ropas como si fueran a la guerra y sacan a la gente», dijo Armando Casciati.

Informó que la Asociación de Empresarios Turístico de la Calle Pedro Crisanti en Sosúa enviaron una carta a secretario de Interior y Policía, Franklin Almeyda Rancier, donde le hacían una serie de sugerencias para evitar que los centros de diversión tengan  que ser cerrados a partir de medianoche y que inclusive sugirieron poner su propia seguridad. Explicó que los turistas que vienen a República Dominicana y cualquier parte del mundo andan en busca de diversión, por lo que es importante que se mantengan lugares abiertos para que puedan distraerse  y pasarla bien.

Refirió que sólo en la calle Pedro Crisanti, que abarca unos  100 metros, hay tres discotecas, unos nueve restaurantes que ofrecen comidas internacional y nacional, unos ocho bares, casas de cambio que operan en el día y en la noche, todo para ofrecer servicio a los turistas.

Explicó que una gran cantidad de los visitantes extranjeros que van a Sosúa no se limita a estar en los centros hoteleros, sino que van al pueblo a comprar y a divertirse, lo que aumenta el valor agregado de la actividad turística y activa el comercio.

Manifestó que los bares y restaurantes de Sosúa ayudan a que los turistas salgan de los centros hoteleros a divertirse y a gastar en los negocios que operan en el entorno hotelero, lo que contribuye a generar empleos y mejorar el nivel de vida de la gente.