El economista Fernando Álvarez Bogaert cuestionó ayer el  nivel desbordado de consumo privado y público como porcentaje del PIB (de  91%) que hay en el país, en comparación con el promedio de América Latina, de  73%, y el de  Asia, de  58 por ciento.

Consideró que esto casi elimina cualquier posibilidad de ahorro interno.

“El coyunturalismo (lo mío ahora) ha dominado la estructura económica, política y  social empresarial”, expresó. Al describir esta situación en términos filosóficos,  explicó que cada día ocurre que una mayoría creciente de nuestro país sabe el precio de las cosas y cada día una minoría menor conoce a plenitud el valor intrínseco de las mismas.

“La cultura del tener en estos 25 años ha abrumado de manera creciente la cultura del ser”, puntualizó.

Álvarez Bogaert hizo estos planteamientos en una conferencia que dictó  con motivo de  una nueva entrega del foro “Políticas sociales y bienestar” que trató sobre la presentación y análisis de los enfoques y aportes del  economista y humanista José Luis Alemán. El  foro también contó con la participación de Ellen Pérez-Ducy y David Álvarez.

 En cuanto a la preocupación que siempre tuvo Alemán sobre la competitividad del país, Álvarez Bogaert dijo que esta preocupación sigue vigente si se observan los componentes del índice de competitividad global, y el lugar en el mismo que ocupa la República Dominicana. De 144 países, entre los que se encuentran 30 africanos, el país tuvo  el lugar 119 en el 2008, y en el 2013, el lugar 126.

Entre los indicadores de la institucionalidad, nuestro país queda en el último lugar en favoritismo del gobierno.

También resaltó que en confianza en la policía, desvíos de los fondos públicos, confianza en los políticos tradicionales y en el sistema judicial ocupamos las posiciones 143, 142, 138 y 120, respectivamente, entre los 144 países, 

“Una de la mayor y constante preocupación, que aún prevalece en el país, y que constituye el mayor y más crítico desafío de la nación, se encuentra en la debilidad institucional”, dijo.

En cuanto a las barreras a la competitividad, señaló que el sector eléctrico opera con un 40 por ciento de sobreprecio.

También criticó el monopolio del transporte de carga y  los altos costos de manejo de carga en los puertos.

Asimismo, señaló que hay un bajísimo índice de institucionalidad y una alta incidencia de oligopolios.

Con relación a la política fiscal, Álvarez Bogaert dijo que la posición de José Luis Alemán  fue clara y, en cierto sentido, visionaria a la luz de los eventos que han ocurrido luego de su fallecimiento.

Dijo que Alemán aboga por  la frugalidad, aunque, en momentos críticos, era un firme partidario de políticas keynesianas.