El dirigente reformista y precandidato a diputado de Ultramar, Crucito Marrero, afirmó que el sistema de recaudación por concepto de deudas sobre los ciudadanos dominicanos, es muy vulnerable, por lo que sugieres legislar a fin de regular las reventas de deudas a terceros ya que esto es un negocio terrible en la República Dominicana.

Afirma que en ocasiones los padres y parientes son despojados de propiedades por causas ajenas a ellos, por cuanto las agencias de cobro deciden recaudar sus intereses a costa de cualquier cosa.

Sostiene que después de removida las propiedades la víctima en ocasiones carece de herramientas para apelar las acciones.

“Si usted tiene una deuda de $10,000 y en dos o tres meses esta pasa a un comprador de deudas y luego le envían al ciudadano una factura por $50,000”, sostuvo.

El empresario de las telecomunicaciones, quien recientemente lanzó su precandidatura a diputado por el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) filial Jacinto Peynado, definió el suicidio como el peor mal que le puede pasar una persona.

Planteó que los últimos suicidios ocurridos en el país deben servir de experiencia para buscar la forma de educarnos los unos a los otros a fin de que nuestra comunidad aprenda a no vivir una vida tan endeudada.

Insistió en que deben ser regulados los mecanismos de cobro por cuanto las entidades financieras presionan a nuestra comunidad instándola al endeudamiento lo que genera un gran índice de hipertensos y de desequilibrados sociales.

“El endeudamiento es un factor común en toda sociedad, pero regularlo a fin de evitar acciones fatales como los suicidios es una responsabilidad a los políticos”, sostuvo Marrero.

Cuestionó que los bancos, aunque la persona no tenga un empleo que garantice una estabilidad financiera, le otorgan tarjetas de préstamos a cualquier ciudadano.

“Esas deudas nunca caducarán y le perseguirán mientras vida tenga la persona, amén de que no contamos con una Ley de quiebra que ampare al ciudadano en momento en que le sea imposible sufragar los pagos de deudas, no importa que sea por salud o desempleo”, concluye.