POR LEONORA RAMÍREZ S.
Carecen de transparencia las informaciones que ofrece el ingeniero Diandino Peña, gerente de la Oficina del Metro de Santo Domingo, sobre el costo de esa obra y los beneficios reales que aportará a los usuarios en lo relativo al valor del pasaje, consideró Ramón Pérez Figuereo, presidente de la Central Nacional de Transportistas Unificados (CNTU).

El sindicalista, quien cuestionó que Peña aún no se ha reunido con los transportistas para explicarles los detalles de la infraestructura, resaltó que el sector que representa no se siente amenazado por un eventual desplazamiento una vez el metro funcione.

Su oposición al mismo se debe a que se ejecutará en un momento en el que país recibe el impacto de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), mediante el cual se incrementaron las cargas impositivas y se reduce la inversión pública.

«No hay posibilidad de que la tarifa del metro sea de cinco pesos, como dijo Peña, el precio oscilará entre RD$30.00 y RD$40.00, porque ni siquiera la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA) cobra esa pírrica suma, aunque recibe un subsidio del gobierno de RD$30.0 millones», destacó.

En cuanto a la viabilidad del metro, Pérez Figuereo manifestó que apenas solucionará el 10% de los problemas del transporte de Santo Domingo.

Peña informó recientemente que el metro de Santo Domingo se instalará en el corredor de la avenida Máximo Gómez, y tendrá una longitud de 10 kilómetros; se estima que se invertirá en el mismo alrededor de US$326 millones durante los tres años y medio que duren los trabajos.

La CNTU también rechaza la alternativa vial que propone el gobierno porque, la concentración de recursos, impedirá que se construyan obras importantes en las provincias, y que se enfrenten los problemas educativos, sanitarios, y de déficit energético que padece el país.

«Hay una gran desesperación con una obra que no es prioritaria. No entendemos cómo el Presidente Leonel Fernández aprueba un proyecto como ese si dice que no tiene dinero para aumentarle el salario a los médicos, para mantener el subsidio al gas licuado de petróleo y a la electricidad», expresó.

Las medidas que deberían tomarse, para enfrentar el caótico transporte urbano de Santo Domingo, deberían dirigirse hacia la implementación de una política de transporte que abarque la construcción de terminales en el interior del país, el Distrito Nacional y la Provincia de Santo Domingo, propuso el sindicalista.

«Pero se han empecinado en un metro que enriquecerá a los ingenieros que trabajen en la obra, porque ahí se va a derrochar mucho dinero», destacó.