En la actualidad el cambio climático está exponiendo a todos los seres vivientes a temperaturas excesivamente elevadas, especialmente durante el verano, que en los últimos 30 años se han incrementado significativamente.
En zonas del centro de los Estados Unidos se llega a temperaturas próximo a los 40 grados Celsius.
En nuestro país esta situación no es diferente, ya que el calor diurno está causando en la población un mayor índice de transpiración, lo que lleva al cuerpo humano a deshidratarse, provocando en la orina una hiperconcentración de sales y minerales que se unen, formando así los cálculos urinarios.
El doctor Federico Suero, presidente de la Sociedad Dominicana de Urología, describe que las sales que tienden a concentrarse en la orina son el sodio y el calcio, causando que la orina sea más hiperosmolar.
“Esto causa una relación directa entre las altas temperaturas y la aparición de casos de cólicos nefríticos”, señala el urólogo, refiriéndose al dolor intenso que se produce por el tránsito de una piedra desde el riñón, pasando por los uréteres, hasta llegar a la vejiga urinaria, para luego ser eliminada por la orina.
El cólico nefrítico es comparado al dolor de parto, situación traumática que produce mucha incomodidad, aunque los que lo han padecido no desearían volver a vivirlo, las posibilidades de volver a tener un cólico es de 80 por ciento.
Recomendación. “Sabemos claramente que con solo la apropiada hidratación se reducen las posibilidades de volver a formar nuevas piedras en el tracto urinario”, señala el experto, quien aconseja mantenerse tomando abundante agua en el verano.
El doctor Suero recomienda tomar abundantes líquidos, en especial agua, para disminuir los cólicos nefríticos.