Nunca es demasiado pronto para empezar. La arteriosclerosis, que produce angina de pecho e infarto, se desarrolla a lo largo de años, décadas.
1. Usa aceite de oliva virgen. Es un ingrediente fundamental en la dieta mediterránea. Se trata de una grasa monoinsaturada, que reduce el colesterol LDL o malo, y aumenta el HDL o bueno.
2. Haz ejercicio a diario. Sube y baja las escaleras a pie, pasea media hora diaria, anda a buen ritmo. Y dos veces por semana practica natación o Pilates. Aprovecha el fin de semana para montar en bicicleta o hacer senderismo. Comienza andando 20 minutos todos los días.
3. Controla tu estrés. De acuerdo: no lo puedes eliminar de raíz porque es un proceso de adaptación del organismo que sirve para estar alerta ante situaciones de peligro, pero sí reducirlo. Para ello, aprende a controlar tus emociones; duerme al menos ocho horas diarias, sé positiva y practica técnicas de respiración y relajación.
4. Deja de fumar ¡ahora mismo! El tabaquismo es una enfermedad grave que afecta al pulmón y al corazón. Así que acude a tu médico para que te ayude a superarlo si ves que a ti sola te resulta realmente imposible.
5. Reduce el café y la sal. La cafeína y el sodio que contienen hacen que a la larga suba tu tensión. No significa que no puedas tomar un cafetito por las mañanas, o aliñar una ensalada pero en su justo punto.
6. Mantén tu peso ideal. Mantenerte en el peso adecuado es tu fuente de vida. Ajusta tu alimentación a tu actividad diaria (cuanto más sedentaria, menos calorías). Huye de las dietas mágicas. Selecciona alimentos nutritivos pero poco calóricos y come cinco raciones de fruta y verdura al día.
7. Toma chocolate. Según un grupo de investigadores holandeses, quienes consumen alimentos con cacao tienen un corazón más fuerte y padecen una tasa de mortalidad por enfermedad coronaria un 50% menor.
8. Busca lo natural. Huye de las salsas y los dulces industriales. Sustitúyelos por aceite de oliva, macedonias, batidos o yogures.
9. Reduce tu consumo de alcohol. El exceso de alcohol hace que el corazón se contraiga y que el ritmo de los latidos disminuya.