BONAPARTE GAUTREAUX PIÑEYRO
En la política dominicana hay la malsana costumbre de practicar aquello de “ensucia, que algo queda”. El rumor y la conseja elevados a la categoría de verdades de presidentes, candidatos, funcionarios, eclesiásticos, periodistas y gente del común, están a la orden del día. Lo peor es que algunos dicen y repiten tanto sus mentiras que llegan a creerlas.

La licenciada Alejandrina Germán, desde la Secretaría de Estado de Educación, lanza sombras de dudas y graves acusaciones contra la administración de la doctora Milagros Ortiz Bosch, quien ocupó la misma cartera en el cuatrienio 2000-2004, al mismo tiempo que la Vicepresidencia de la República. La licenciada Germán dice que durante la gestión de la doctora Ortiz Bosch “había casi 300 mil raciones de desayuno escolar que no se sabe a dónde iban a parar” (copio de El Nacional, edición del lunes 4 de setiembre en curso).

También agregó “yo lo que sé es que a mí nadie me da un centavo y que llegan las (raciones) que tienen que llegar.

Yo lo que sé es que no pido soborno y que llegan las que tienen que llegar, se facturan las que hay que facturar y si hay una leche dañada no se paga”.

La licenciada Germán formula tan graves acusaciones más de dos años después de asumir el cargo, tiempo más que suficiente para practicar una auditoría al programa de desayuno escolar.

En este momento la Secretaría tiene una situación muy interesante: los padres se quejan del cambio constante de libros y del aumento anual de la mensualidad en los colegios privados.

Además, es incierto que todas las escuelas del país hayan iniciado las clases.

La semana pasada la mayoría de las escuelas del Sur, de Azua hacia la frontera, no había iniciado el año escolar.

En medio de estos cuestionamientos, la licenciada Germán suelta este follón, como si hubiera tomado posesión del cargo el 16 de agosto último.

¿Por qué la licenciada Germán hace tan graves acusaciones contra la doctora Ortiz Bosch, ahora que su nombre aparece con un alto porcentaje de simpatías en encuestas donde se mide la popularidad de posibles candidatos a la Presidencia de la República? Supongo que la licenciada Germán tiene documentos fehacientes que prueban sus afirmaciones, dignas de un celoso Procurador General de la República. De ser así, está en la obligación legal y moral de actuar ante los tribunales.

Pienso que debe tener copias de comunicaciones en las cuales la doctora Ortiz Bosch ordena que se lleven miles de panes para un almacén privado y que se pague la leche dañada que sirvan los proveedores.

De lo contrario, usar la alta posición política y gubernamental que ocupa para acusar sin pruebas, para denostar, para intentar dañar reputaciones, es muy peligroso y lo menos que debe hacer es renunciar del cargo si no demuestra, fuera de toda duda, que habla verdad.

Sería muy penoso que un titular de la Secretaría de Educación se dedique a mentirle al país.

Sería el peor ejemplo que se ofrecería a los millones de niños que asisten a las escuelas bajo su rectoría.

Es lo menos que debo decir… por ahora.