El encaje legal es un mecanismo establecido por el Banco Central, que obliga a todas las instituciones financieras a mantener disponible una determinada proporción de sus pasivos para que puedan enfrentar los retiros de depósitos de sus clientes. También es usado como instrumento regulador de la cantidad de dinero en circulación y como instrumento selectivo del crédito. Es en cierta medida un respaldo económico para garantizar la calidad en las actividades realizadas por el sector financiero.
El gobierno del presidente Danilo Medina ordenó la liberación del encaje legal de 12 mil millones de pesos para la concesión de préstamos orientados a viviendas de bajo costo, así como para auxiliar a los productores agropecuarios afectados por las recientes inundaciones, a un plazo de 20 años, con una tasa de interés de hasta 9% anual, revisable cada cuatro años, sin que exceda el 12% en el período indicado.
Las autoridades financieras deben garantizar el correcto uso de esos recursos y evitar que los mismos sean redireccionados a otros destinos diferentes a los establecidos. Esta inquietud surge debido a informaciones exclusivas recibidas por quien escribe estas líneas, indicando que empresas y personas han aplicado en ocasiones anteriores a esos recursos con el propósito de sustituir préstamos en condiciones desfavorables y en su lugar obtener financiamientos con dinero procedente del encaje legal, quedando así el sistema financiero con esos fondos, sin que se alcancen los objetivos propuestos con los mismos.
En el caso del sector agropecuario, es preciso que esos recursos sean dirigidos a la reinversión en el campo y no al pago de deudas de los productores, así como al establecimiento de mecanismos como el “factoring” que permitan a los productores presentar a los bancos comerciales las facturas por concepto de la venta directa y sin intermediarios, y que con esos recursos del encaje legal se les pague inmediatamente con lo que estarían capitalizados, listos para continuar produciendo y sobre todo recibiendo el beneficio que merecen recibir el sector productor.