Gran revuelo ha creado el contrato para la instalación de equipos de rayos X que verificarían las mercancías que entran y salen del país, firmado en el gobierno del expresidente Hipólito Mejía y que a decir del actual director general de Aduanas, ingeniero Fernando Fernández, no fue redactado en esa institución sino más bien en la otrora Secretaría de Estado de las Fuerzas Armadas, dirigida entonces por el general (r) José Miguel Soto Jiménez.
Oficiales del Buró Federal de Investigación (FBI) visitaron al mencionado titular de Aduanas con el propósito de conocer a fondo todo lo concerniente al referido contrato, pues al parecer estas informaciones serían utilizadas posteriormente para el sometimiento que en estos momentos se realiza contra el senador Bob Menéndez en la justicia norteamericana.
La Dirección General de Aduanas ha sido enfática en no aplicar este contrato por considerarlo contrario al interés nacional, y es en ese sentido que su director general, Fernando Fernández, adelantó que una eventual sentencia del Tribunal Constitucional a favor del contrato de los rayos X no sería acatada.
Ante estas declaraciones, el presidente del Tribunal Constitucional, doctor Milton Ray Guevara, rechazó vigorosamente las declaraciones del ingeniero Fernández. Sin embargo, es importante recordarle al honorable presidente del TC algo que él conoce como el que más, me refiero a lo escrito por Montesquieu: “Una cosa es justa, no por el hecho de ser ley. Debe ser ley, por ser justa”. Y uno se pregunta ¿es justo poner en manos privadas parte importante de la seguridad nacional? ¿Es justo crear un monopolio en perjuicio del Estado Dominicano? De ninguna manera.
El TC debe cuidarse al pronunciarse respecto a ese contrato.