¡Cuidado con la adicción
por la BELLEZA!

¡Cuidado con la adicción<BR>por la BELLEZA!

Hoy día, mantener un cuerpo y rostro joven y hermoso a través de los años, es motivo  de mucha preocupación;  solo pensar en las marcas de la edad a algunas personas  les afecta mental y emocionalmente.

Producto de esa “fobia a la vejez” el mercado se mantiene innovando con cremas y productos de belleza que, según afirman, ayudan a retrasar este episodio natural de la vida.

Pero para lograr la “eterna juventud”, las personas  no sólo recurren a las cremas,  también acuden a la cirugía en distintas partes del cuerpo y el rostro, algo que  en los últimos años se ha ido incrementando tan exageradamente, que  ha llegado a convertirse, en algunos casos, en una adicción.

Para conversar sobre este interesante tema, consultamos a la dermatóloga y cirujana de piel, Luisa González de Bogart, quien  confirma que en la actualidad  una de las principales preocupaciones de los seres humanos, tras el transcurrir del tiempo, es mantener una imagen aceptable para distinguirse dentro de su conglomerado social.

La doctora, quien es presidenta de la Clínica de la Piel y Cirugía Dermatológica Doctor Huberto Bogaert, señala que según su experiencia hay quienes tienen parámetros de belleza diferentes a su etnia, por lo que se trazan como meta excluirse de lo que consideran  estigmas de la misma, y esto  muchas veces se convierte en una adicción que  puede llevarles incluso a la muerte a destiempo.

La experta indica  que las  personas adictas a la belleza se dividen en tres tipos: las obsesivas por mantenerse bellas o jóvenes, pero dentro de los cánones razonables, y que  a pesar de su conducta tienen ciertas dudas;  aquellas que tienen una conducta totalmente compulsiva y que se niegan a todo tipo de opinión o razonamiento, y las que se someten a procesos de  belleza extrema, muchas veces afectando su salud, ya que  consideran esta práctica como una razón  única de ser, lo cual no es normal ni saludable desde el punto de vista físico y  social, y mucho menos desde el  punto de vista  psicológico.

Síndrome dismórfico corporal.  Según un estudio publicado  por la doctora Luisa González de Bogaert y Gustavo Valverde en la “Revista Dominicana de Dermatología”,  esto ocurre cuando la persona no acepta su cuerpo. Son trastornos somatomorfos, consistentes en preocupaciones por algún defecto físico, cuyos síntomas la mayoría de las veces son imaginarios y de poca importancia, Sienten que su nariz es fea, sus orejas, sus ojos etc., lo que en algunos casos lleva a estas personas  a  aislarse.

Consecuencias de la adicción por la belleza. La  dermatóloga y cirujana de piel considera que  son muchas las consecuencias que pueden derivarse de esta conducta: desde la alteración de la imagen propia y el uso inadecuado de técnicas y métodos no correctos e innecesarios para el paciente y deformidades corporales, hasta  lo más peligroso, que es  llegar al  extremo en que se juega con los límites de la salud.

“Todos los métodos y técnicas de procesos quirúrgicos para la belleza son invasivos, por lo tanto, deben ser manejados de una manera pulcra y por un personal con criterio y con la preparación adecuada y certificada  para su realización, ya que de ahí pueden desencadenarse resultados lesivos.  “He visto paciente que hasta mienten sobre su salud con tal de hacerse procedimientos  quirúrgicos, por eso  es recomendable hacerle una serie de analíticas de laboratorio”.

Calidad de vida. La doctora González Bogaert añade que la calidad de vida no puede concebirse sin el ingrediente principal y fundamental  que es la salud, la cual constituye un conjunto de factores físicos y mentales.

“Aquellos profesionales encargados de proporcionarla y conservarla deben hacerlo de una manera integral, y  con un resultado final con expectativas reales  que preserven y  mejoren la estética y  la integridad de la función corporal”, señala.

Precisa igualmente que en el transcurrir de los años de práctica profesional, ha visto y sabido de casos de personas que van de un profesional a otro, tratando de convencerlo  para que las complazca en lo que  persiguen, y que es necesario  detenerse tranquilamente, observarlas, y tratar de orientarlas hacia la vía correcta. 

Lozanía y belleza prolongada

Nuevas tecnologías

“Naturalmente que existen nuevas tecnologías que ayudan a mantener la lozanía, la belleza y la juventud por mayor tiempo; no es lo mismo un paciente que no se cuida a uno  que sí lo hace de una forma real.  El profesional que pueda aportar una tecnología de avanzada para lograr estos resultados debe tener experiencia en el manejo de los tejidos, habilidad, creatividad, criterio artístico y, sobre todo, ética profesional. La ética es una responsabilidad extendida ilimitadamente hacia todo ser viviente, y actualmente tenemos equipos muy avanzados para mejorar la estética del paciente que así lo desea, desde radiofrecuencia,  láseres etc”.

La frase

Doctora Luisa González Bogaert

En las técnicas estéticas hay que tener en cuenta tres aspectos: función, rehabilitación, y reinserción social. Hemos tenido pacientes adictos a prácticas para mantener la belleza, pero está en las manos, y sobre todo en la ética profesional, de los especialistas tomar la parte médica  de la psicología para convencer al paciente sobre lo que no le conviene, porque  hay dinero que no se gana”.

Cremas rejuvenecedoras

“No existe ninguna crema única y maravillosa para lograr la  eterna juventud, el paso del tiempo se revela de muchas formas; si bien el uso justo de humectantes, protectores antioxidantes, limpiadores, pantallas solares en conjunto con una dieta y alimentos saludables, ejercicios habituales, la ingesta no exagerada de alcohol, cafeína, no fumar, y aunque parezca una utopía, disminuir los niveles de estrés, son aspectos definitivamente notorios en la calidad de vida del paciente y en sus resultados físicos, esto no significa que se vaya a permanecer joven toda la vida.  Existen  muchas estrategias mercadológicas,  pero  el paciente debe asesorarse”.

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