Cuidado con la invasión haitiana

Cuidado con la invasión haitiana

No soy ciego, por tanto veo desde lejos cuan perjudicial es para la economía dominicana el azote que constituye la ayuda de República Dominicana para Haití. “El dinero es el verdadero dios del mundo actual.” Agitados por las deudas cada día van creciendo más, podemos llegar al desastre y no contemos con nuestros más próximos vecinos que ha pesar de todo con lo que los hemos ayudado, todavía tienen vigentes la prohibición de ingreso a su país de los pollos y los huevos dominicanos. En mi ingenuo conocimiento de la economía, creía que lo sucedido en Haití con el terremoto sería el repunte de nuestras exportaciones, pero no ha sido así, pues las cifras y cuentas del país no han variado casi nada.

Los haitianos, lo quieren todo para ellos y nos envían a diario sus miserias hacia acá,  hacen más pobres a los pobres dominicanos y han desplazado a los trabajadores dominicanos y los han suplantado arrolladoramente, haciendo creer que su trabajo es más barato, pero muy malo. Basta con ver la actual calidad que muestran ahora las construcciones en el país.

Ya se ha llegado con la invasión haitiana hasta tener que pedirle permiso para ingresar a una construcción y para conseguir una plaza de trabajo en un hotel.

¡Mucho cuidado, y que puedan votarnos de nuestras propias casas y con los años poner como presidente de la República a uno de nuestros pacíficos invasores!

Tengo la horrible intuición, que al paso que vamos y el aumento continuo de la inmigración haitiana nuestros hechiceros nos desplacen  y nos expulsen del país.

 Todo parece como si ya estuviéramos montados en una guagua sin frenos calle hacia abajo y darnos cuenta y descubrir de improviso que nuestro conductor es ciego. ¡Qué pasará!

Despertemos.

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