Cuidado de higiene oral en niños

Cuidado de higiene oral en niños

La buena higiene oral radica en controlar los niveles y la actividad de las bacterias que causan enfermedades en la cavidad oral y administrar fluoruro a la superficie del diente.
La higiene bucal infantil es responsabilidad de un adulto, al menos hasta que el niño posea la habilidad motora adecuada para realizar un correcto cepillado, nunca antes de los cinco años. Se considera que el niño es autónomo a partir de los 8 -10 años y a partir de este momento -y hasta la adolescencia-, es recomendable una supervisión en el cepillado nocturno. Los  dientes primarios  no son para siempre, pero, aun así, necesitan la misma higiene que los dientes permanentes. Los niños deben aprender hábitos de limpieza diarios desde que son bebés.
Aunque sus dientes no hayan comenzado a salir, se recomienda que antes de que erupcionen los primeros dientes se empiece con la estimulación oral para acostumbrar al bebé a la manipulación de la boca e instaurar un hábito precoz.
La limpieza debe hacerse una vez al día, aprovechando el momento del baño.
Para esta etapa se pueden utilizar dedales de silicona o una gasa humedecida en agua.
Después de la erupción del primer diente hay que evitar que el niño se duerma mientras se esté alimentando.  Es de suma importancia evitar que se quede dormido con el biberón en la boca.

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