¡Cuidado! una ameba mal tratada puede afectar el cerebro

¡Cuidado! una ameba mal tratada puede afectar el cerebro

La amibiasis extraintestinal está estrechamente relacionada con la presencia de amibiasis intestinal aguda o crónica. Pero en términos generales la amibiasis cutánea se observa con más frecuencia en niños y las complicaciones de la amibiasis hepática en adultos. 

A pesar de que para establecerse en tubo digestivo Entamoeba histolytica tiene como forma infectante habitual al quiste tetranucleado, en las infecciones extraintestinales, ya sea por autoinfección o heteroinfección, la forma que se establece y produce daño es el trofozoito, que mide de 10 a 60 mm de diámetro, con un núcleo que presenta endosoma central y cromatina distribuida regularmente en la membrana nuclear.

La amibiasis extraintestinal producida por Entamoeba histolytica se puede observar como amibiasis cutánea de localización perianal o perineal, abdominal y, aunque raro, en parrilla costal. La amibiasis hepática y las diferentes localizaciones consecutivas a la ruptura del llamado absceso hepático amibiano pueden ser pulmonar, renal o cerebral, entre otras.

Mecanismo de transmisión

Cuando Entamoeba histolytica se establece en la pared intestinal y ha producido lesiones ulcerosas en botón de camisa y cuello de botella, puede erosionar la muscularis mucosa y perforar la serosa, originando peritonitis o. por proceso de adherencia, con los tejidos de la pared abdominal, producir fístula hacia el exterior y establecerse en la pared anterior del abdomen. Por proceso de erosión de los vasos.

La amibiasis intestinal aguda y el absceso hepático amibiano son dos de las principales entidades patológicas que produce este protozoo en el ser humano. Por medio de los vasos sanguíneos de la pared intestinal, las amibas alcanzan la circulación portal y se establecen en el hígado, donde originan amibiasis hepática con sus diferentes complicaciones, como pueden ser que el absceso se rompa hacia la cavidad peritoneal o retroperitoneo y surja peritonitis generalizada o localizada, respectivamente; puede fistulizarse hacia el exterior por la parrilla costal, establecerse en la piel y originar amibiasis cutánea. Los abscesos del lóbulo izquierdo del hígado pueden romperse en el pericardio y producir taponamiento cardíaco. Otra complicación es que por adherencia al hemidiafragma derecho se rompan en la cavidad pleural o pulmones, produciéndose drenaje y vaciamiento al exterior por vías respiratorias.

En la web

Finalmente, las amebas pueden alcanzar la circulación mayor y distribuirse por vía hematógena a prácticamente cualquier tejido del organismo, pulmonar, cerebral o renal. Entamoeba histolytica, también en forma de trofozoito se puede establecer en piel, ya sea por autoinfección o heteroinfección, originando amibiasis cutánes. Excepcionalmente se puede observar amibiasis mucocutánea de la mucosa nasal y piel contigua, producida por autoinoculación debido al rascado de la zona perineal en pacientes con amibiasis intestinal aguda y posterior rascado de la mucosa nasal.

Finalmente la localización genital en homosexuales o individuos promiscuos, por  irritación y arrastre mecánico de trofozoitos con el pene.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas