¡Cuidado!
Dejen el Himno tal como fue aprobado y querido por el pueblo

<STRONG>¡Cuidado!<BR></STRONG>Dejen el Himno tal como fue aprobado y querido por el pueblo

Cuando se planeaban las fiestas extraordinarias con las cuales el país celebraría el Primer Centenario de su Independencia, alguien tuvo la feliz ocurrencia de proponer que el Baluarte del Conde fuera convertido en el solemne lugar donde reposaran para siempre los restos de Duarte, Sánchez y Mella…

Décadas después  Joaquín Balaguer, Presidente de la República a la sazón, se le ocurrió construir un mamotreto de mármol, fuera de la ciudad en la que vivieron,  para trasladar los restos de los Padres de la Patria.

El doctor Balaguer le echó muchas vainas al país como cuando dijo que si el Presidente Nixon o unos cuantos senadores norteamericanos le pedían que renunciara a la Presidencia de la República él lo haría y aún así mucha gente no entendió quienes fueron sus electores.

El desconocimiento inducido de importantes períodos de la historia nacional trae como consecuencia el irrespeto a las grandes gestas, a la lucha sublime de un pueblo preterido, golpeado, que siempre ha tomado tomar las armas del lado correcto cuando ha sido necesario…

Por ahí andan algunos conocedores del idioma que agregan a lo normal, una serie de palabras difíciles de entender por su desuso o su poco uso.

La lengua es un ente vivo que, en ocasiones, reproduce a través del habla hasta situaciones pasajeras, de una fugacidad tal que los términos creados en el momento desaparecen con la misma facilidad que llegan.

Las palabras tienen su historia y como parte de esa historia está la memoria que envía al subconsciente un recuerdo, un rostro, un sonido, un término o su nuevo y circunstancial significado.

Este es el país en donde conviven, imagino que de muy mala manera, los trinitarios, los febreristas, los soldados de la primera república y el General Pedro Santana, quien traicionó esas jornadas de lucha por la libertad y la independencia y cambió la soberanía por la categoría de provincia del reino español.

El hecho de que estemos juntos no quiere decir que reburujados.

No olviden la frase del general Ulises Heureaux, Prócer de la República convertido en tirano, quien recomendó que no movieran el altar para que Duarte, Sánchez y Mella permanecieran en su lugar y no fueran objeto de torpezas, diatribas, malquerencias y bajezas de quienes no dieron el paso al frente cuando ellos lo hicieron y reclamaron respaldo.

El amigo Henry Ely Rodríguez postula el cambio de la palabra Quisqueyanos por Dominicanos, en el Himno Nacional.

Ahora unos diputados acogen esa vieja propuesta y hablan de cambiar otras palabras del Himno Nacional.

Es cierto, una ley nueva deroga la vieja que habla del mismo asunto, pero no jodan con eso, no vaya a ser que el día menos pensado a un diputado de procedencia haitiana se le ocurra decir que quien independizó la isla fue Toussaint Louverture.

Dejen el Himno como fue aprobado, cantado, conocido y querido por el pueblo.

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