El cactus es una planta acondicionada a ambientes muy calurosos (desérticos). Lo normal es que crezca a pleno sol, aunque a veces, si se planta en macetas no necesita someterse a tanta temperatura y, con una luz más tenue, crece perfectamente.

Viven en condiciones tan adversas que no suelen tener problemas para germinar, incluso, de manera silvestre en superficies poco fértiles. Pero el suelo debe de ser muy permeable para que canalice el agua y sus raíces absorban todo lo posible. Mezcle la tierra en la que vaya a plantar con arena, arcilla o cal.

Floración en verano

Abono: es recomendable que lo haga una vez al año. Reciclar la tierra ayuda a que no se apelmace y a su vez le administra nutrientes que pueden haber perdido desde su plantación o desde el último abonado. A pesar de ser una planta todo-terreno, si la tiene en casa, no está de más que la mime un poco.

Riego: hágalo con moderación. La época en que deberá ser más generoso es en verano, mientras está floreciendo. Pero reduzca el riego en invierno porque, al ser una planta de secano, no está acostumbrada a asimilar mucha agua y puede ‘ahogarla’.

Multiplicación: germina a través de esquejes y lo hace, además, con mucha facilidad.

Recolección: los higos ya están maduros en primavera. Hay que tener cuidado al separarlos de las palas porque las espinas no se lo van a poner fácil. Ayúdese de unos guantes recios y con un poco de agua y un cuchillo, elimine la ‘pelusa’ y quíteles la cáscara que los recubre.