El cuidado de la piel es muy importante. A lo largo de nuestra vida, la piel pasa por distintos procesos que la hacen perder elasticidad y firmeza. La hidratación es nuestra mejor aliada a la hora de mitigar los resultados de dichos problemas que son consecuencia de la propia naturaleza y del paso de los años.
Algunas pieles se pueden cuidar perfectamente con los consejos de los dermatólogos; sin embargo, hay otras dermis ultra delicadas que no toleran ningún tratamiento químico, para esas pieles hay una generosa alternativa…. Los tratamientos naturales, esos que además de no tener efectos secundarios son súper económicos.
Hemos recopilado algunas mascarillas caseras fáciles de hacer y con beneficios óptimos para su piel:
Mascarilla de levadura de cerveza. Ideal para hidratar la piel. Poner en un recipiente una cucharada de levadura de cerveza en escamas. Añade dos yemas de huevo y dos cucharaditas de miel de abeja. Posteriormente, agrega media cucharadita de vinagre de sidra y dos cucharaditas de nata agria. Lo bate bien todo, si prefiere se puede utilizar una batidora eléctrica, y ya está lista. Aplique la mascarilla y déjela sobre su rostro durante unos veinte o veinticinco minutos. Retire la mascarilla con abundante agua.
Mascarilla de clara de huevo. Contribuye a reafirmar la piel, le aporta elasticidad y tonicidad.
Bata una clara a punto de nieve, y cuando esté lista añada una cucharadita de miel. Incorpore 20 gotas de aceite de almendras y remueva todo bien. Aplique en el rostro y en el cuello durante 25 minutos. Pasado este tiempo, retire con agua bien fría.
Las claves
1. Contra espinillas
Hervir agua con un ramo de perejil. Acerque su cara para que se lleve el vapor.
2. Piel deshidratada
Mezcle dos gotas de aceite de lavanda con bicarbonato de sodio hasta que se forme una pastita. Ponga en la cara y deje por cinco minutos. Aclare con agua.
3. Piel cansada
Saque el gel a una penca de sábila y refrigere. Cuando esté frío, aplique en la cara por diez minutos.