Cuide su corazón

Cuide su corazón

El corazón está íntimamente relacionado con las consecuencias de nuestra alimentación, a pesar de no ser parte del aparato digestivo. Es el corazón el que hace posible, a través de su acción de bombear sangre, que lleguen a cada uno de los rincones del cuerpo las sustancias nutritivas, materia prima para el trabajo vital de esas microscópicas maquinitas que son las células.

Por otro lado, nuestra alimentación tiene mucho que ver con el funcionamiento del corazón. Así como éste impulsa hacia los demás tejidos la sangre y los nutrientes, su estructura muscular debe recibirlos en cantidad suficiente para continuar latiendo alrededor de ochenta veces por minuto, cada hora de cada día del año.

Las arterias coronarias constituyen el sistema de irrigación del corazón, pues a través de ellas le llegan la sangre y los nutrientes. Para que el corazón los reciba en cantidad suficiente, es necesario que estas arterias se mantengan sanas, es decir, que no estén obstruidas.

¿CÓMO SE OBSTRUYE?

La obstrucción de este delicado sistema ocurre lentamente, con el paso de los años y desde edades muy tempranas. Se produce por la acumulación de grasa (al comienzo) y calcio (posteriormente) entre las capas de las paredes arteriales. A este proceso contribuyen en diverso grado otros factores, entre los cuales están la obesidad, la tensión arterial alta, los niveles elevados de grasa en la sangre, el sedentarismo y el estrés, además del hábito de fumar.

Los cinco primeros factores tienen estrecha relación con la alimentación. Así, la obesidad es consecuencia de un consumo alimentario mayor que el necesario. La hipertensión arterial la favorecen el consumo desproporcionado de ciertos productos (como la sal), la obesidad, el sedentarismo y el estrés. Asimismo, los niveles de colesterol y triglicéridos aumentan cuando se consume un volumen total de grasas mayor que el requerido y éstas son ricas en ácidos grasos saturados (como las grasas de origen animal y las que se mantienen sólidas a temperatura ambiente). Por otro lado, la capacidad para realizar ejercicios también depende mucho de lo que la persona come y el estrés influye bastante en los patrones alimentarios.

CONCLUSION

Resulta evidente la importancia de una alimentación adecuada para que el corazón pueda recibir los nutrientes que necesita y se mantenga sano. A su vez, sólo así puede este órgano vital cumplir con su función de hacer llegar, con su rítmico bombeo, los nutrientes esenciales para las otras partes del cuerpo.

* Eleazar Lara-Pantin, MD, MSc.*  
Especialista en Nutrición. vicepresidente de Desarrollo de Productos de DrTango, Inc. Tomado de NutriNotas

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