Culpan  políticos de baja
calidad de la democracia

Culpan  políticos de baja<BR>calidad de la democracia

POR GERMAN MARTE
La visión cortoplacista y oportunista de la clase política dominicana, la falta de transparencia, la debilidad institucional, el presidencialismo y el centralismo, son algunos de los factores que inciden en la baja calidad de la democracia en el país, a juicio del director ejecutivo de Participación Ciudadana.

Estas, junto a otras, son las causas que determinan la poca calidad de la democracia dominicana y hacen que el país tenga tan baja puntuación en el Índice de Desarrollo Democrático (IDD).

El referido  Índice de Desarrollo Democrático  fue dado a conocer el viernes.

Divulgado en Argentina, el índice señaló que República Dominicana retrocedió 31% en relación a los niveles registrados en el 2006, y está entre los peores clasificados de Latinoamérica. Los mejores clasificados son Chile (10.36 puntos), Costa Rica (9.706) y Uruguay (9.384). En los peores lugares están Nicaragua (2.730), Venezuela (2.848) y República Dominicana (2.900). El promedio de la región, según el estudio, es de 5.114.

Un factor esencial para que la clasificación del país haya descendido más de 31 puntos porcentuales en menos de un año, según Cabreja, es la incapacidad del sistema democrático para responder a las expectativas de la ciudadanía, y –fundamentalmente- desarrollar estrategias que permitan enfrentar la pobreza y la exclusión social.

“Si la democracia no atiende las expectativas y las necesidades sociales y económicas es una democracia que en términos de justicia social está fallando, y ese es el caso de la República Dominicana”.

Por otro lado, explicó Cabreja, la democracia dominicana se ve afectada por la falta de mecanismos reales y efectivos de intervención de la ciudadanía en la definición de las políticas públicas. Acotó que el gobierno de Leonel Fernández generó grandes expectativas en la población, pero hasta ahora no ha respondido como se esperaba y eso también debilita la democracia.

Asimismo, señaló la debilidad institucional y la incapacidad del Congreso Nacional para asumir su rol como contrapeso del Ejecutivo, “es un Congreso que lamentablemente no ha alcanzado la fortaleza frente al Ejecutivo que se supone debe tener en una democracia avanzada y madura”.

El director ejecutivo de PC dijo que a pesar de que desde hace décadas se  debate sobre la necesidad de profundizar la institucionalidad democrática, en la práctica el país no ha sido capaz de implementar las reformas necesarias en esa dirección.

 Cabreja afirmó que a nivel del discurso en el país hay conciencia sobre los retos que tiene la democracia, pero la clase política no ha promovido los cambios necesarios para profundizar y afianzar el sistema democrático.

Dijo que muchos políticos sacan ventaja de la partidocracia, la debilidad institucional y por eso no se preocupan por fortalecer la institucionalidad y mejorar la democracia, a pesar del peligro que esa situación encierra.

 ANTIONOE FIALLO

El historiador y catedrático universitario José Antinoe Fiallo consideró que los resultados del Indice de Desarrollo Democrático no son objetivos, sino que son manipulados, específicamente para perjudicar a Venezuela y hacer que aparezcan en primer lugar aquellas sociedades que les interesa a los auspiciadores del estudio.

Dijo que ese elemento hace poner en duda el conjunto de la investigación. En su opinión, “ya es hora de ponerle coto a esos estudios internacionales que están hechos dentro de un contexto y una visión de lo que se entiende que se necesita en América Latina”.

En cuanto al IDD en República Dominicana, el profesor Fiallo manifestó que en el país  nunca ha existido democracia real, “lo que se entiende por democracia, que se supone que es una participación con igualdad, no ha existido prácticamente en ningún país de América Latina”.

No obstante, sostuvo que la democracia dominicana tiene problemas actuales muy serios, pero en el pasado también.

Resaltó que en el IDD Chile aparece en el primer lugar, empero cuando se analiza la realidad de ese país, se ve que los avances son sólo aparentes, tanto desde el punto de vista económico, como político.

Adujo que las protestas estudiantiles, barriales y de los indígenas mapuches indican  que el modelo socioeconómico de Chile, que lo construyó (Augusto) Pinochet y que lo han continuado los gobiernos que le han sucedido, incluido el de (Michelle) Bachelet, no ha sido tan bueno como quieren hacer creer.

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