BOGOTA. AFP. Los cultivos de hoja de coca crecieron un 27% en Colombia y llegaron a 99.000 hectáreas en 2007, concentrándose su producción en zonas de presencia de la guerrilla, según un reporte de la Oficina de Naciones Unidas contra el delito y el crimen (Unodc), divulgado este miércoles. Este incremento supone «una sorpresa y un shock» pues no responde a los esfuerzos realizados en los últimos años para erradicar los cultivos ilícitos, señala un aparte del informe divulgado por la oficina de la Unodc en Bogotá.
El gobierno colombiano asegura que en 2007 erradicó manualmente más de 66.000 hectáreas de cultivos ilícitos y fumigó con químicos otras 153.000 hectáreas, en una campaña patrocinada principalmente con recursos del gobierno de Estados Unidos.
Sin embargo, el incremento de los cultivos ilícitos no ha representado un incremento en la producción de cocaína, que permanece en unas 600 toneladas métricas anuales. Parte del incremento se explica por la resiembra de cultivos que habían sido destruidos y que no tienen la misma capacidad productora que los reemplazados, lo que explicaría la estabilidad en la oferta de cocaína.
La cifra divulgada por la Unodc sobre área cultivada con hoja de coca supone un aumento de 21.000 hectáreas respecto a las 78.000 de cultivos de hoja de coca que según el anterior informe se habían revelado en 2006.
El documento subraya que de la mano con el incremento de las zonas cultivadas se ha producido una concentración de las mismas en un territorio en el que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tienen una importante presencia. «La producción de hoja de coca y de cocaína en 2007 estuvo concentrada en diez municipios (de un total de 195) que responden por no menos de 288 toneladas métricas de producción potencial de cocaína (48% del total) y por 35.000 hectáreas de cultivos» equivalentes a un 36% del total.
Recuerda muerte 11 ex diputados
BOGOTA, Colombia, 2008 (AFP). Colombia recordó este miércoles con diferentes actos públicos, el primer año del asesinato de 11 ex diputados, de un grupo de 12 que fueron secuestrados en 2002 por la guerrilla de las FARC, en tanto que familiares de Sigifredo López, el único sobreviviente, pidieron pruebas de que está vivo. Los 11 diputados murieron a manos de sus captores cuando al parecer creyeron que eran atacados por el ejército, en lo que resultó un intercambio de disparos entre los mismos guerrilleros, según la versión detallada en correos supuestamente encontrados por las autoridades colombianas en el computador de Raúl Reyes, número dos de las FARC muerto el 1 de marzo.
López logró sobrevivir porque se encontraba sancionado y había sido llevado a otro lugar. La dirigencia de las FARC sólo reveló el hecho 10 días después, en el que aseguró que los cautivos murieron durante un «fuego cruzado» con «un grupo militar sin identificar». El grupo fue secuestrado en una operación militar de las FARC.