Cultura de abandono

Cultura de abandono

La mayoría de los  hospitales del país viven congestionados  de gente que a diario busca asistencia médica para sus problemas de salud. Esto genera una gran demanda de diagnósticos, análisis, procedimientos  y estudios para cuya realización se utiliza una gran variedad de equipos, algunos muy costosos por su alta tecnología.

 En muchos casos la gente tiene que esperar semanas o meses por un turno para determinados estudios o diagnósticos. Sin embargo, en contraste con esa alta demanda de servicios, en varios hospitales inaugurados hace poco los equipos están ociosos y corriendo el riesgo de dañarse debido a que no han sido puestos en funcionamiento para servir a la gente, como debe ser.

La situación afecta al moderno oncológico Rosa Emilia Tavares, ubicado en terrenos de la UASD, un gran hospital construido en Monte Plata y a la maternidad Nuestra Señora de la Altagracia. Ninguna autoridad ha dado explicaciones acerca de este estado de cosas. El Colegio Médico Dominicano sospecha que los equipos de esos centros no han sido puestos  al servicio de los pacientes por falta de dinero. Cualquiera que sea la causa, es injustificable que hospitales enteros o ampliaciones de algunos hayan sido inaugurados por mero clientelismo político, sin preocuparse de que funcionen de inmediato para la gente y faciliten el desahogo de los centros que están congestionados de pacientes que deben agotar largas esperas.

Acción urgente contra la roya

El Gobierno y los productores de café de la zona Enriquillo tienen un enemigo en común, que está causando daño económico y ecológico.  La roya está acabando con los cafetales de esa zona y hace falta una intervención persistente y decidida para combatirla. Estamos hablando de los cultivos de cerca de ocho mil productores en unas 450,000 tareas. El daño económico es grave para la economía de la zona en particular, y la del país en general.

La asistencia más urgente que se necesita es la compra de productos para combatir la roya. Por el hecho de que han tenido pérdidas constantes, los productores de la zona Enriquillo no están en condiciones económicas para adquirir todos los químicos y biológicos que necesitan para atacar la enfermedad de sus plantaciones. El Gobierno debe ir en su auxilio cuanto antes. Acabar con la roya del café debe estar entre las prioridades en materia agrícola.

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