LA HABANA. Cuba pidió hoy no politizar la lucha contra el ébola y ofreció a Estados Unidos trabajar en común para combatir la epidemia, durante una cumbre de algunos países de la región que concluyó con una declaración para coordinar esfuerzos para prevenir la propagación de la enfermedad.
“Tengo la convicción de que si esta amenaza no se frena y resuelve en África occidental con una respuesta internacional inmediata y eficaz con recursos suficientes, coordinada por la Organización Mundial de la Salud y la Organización de Naciones Unidas, puede convertirse en una de las pandemias más graves de la historia de la humanidad”, dijo el presidente Raúl Castro al inaugurar la cumbre especial de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
El ALBA es un mecanismo regional que integra a casi una docena de países de América Latina y el Caribe y fue creado hace una década por países con gobiernos de izquierda -encabezados por Cuba y Venezuela- como una forma de oponerse a la influencia política de Estados Unidos en la región. La cumbre fue inicialmente convocada por el mandatario venezolano Nicolás Maduro con el objetivo de prevenir el avance de la epidemia de ébola en Latinoamérica y apoyar a las naciones africanas. A lo largo del fin de semana comenzaron a llegar delegaciones encabezadas por presidentes como Maduro; Evo Morales de Bolivia, Michel Martelly de Haití y el nicaragüense Daniel Ortega y altos funcionarios de organismos internacionales como el enviado especial de la ONU para asuntos de ébola, David Navarro, y la directora de la Organización Panamericana de la Salud, Carissa Etienne.
Castro, el anfitrión, pidió olvidar las diferencias ideológicas para hacer frente al flagelo. “Consideramos que debe evitarse cualquier politización de ese grave problema que nos desvíe del objetivo fundamental que es la ayuda en el enfrentamiento a esta epidemia”, expresó Castro en su discurso inaugural, al tiempo que aseguró que “Cuba está dispuesta a trabajar codo con codo con todos los países, incluyendo los Estados Unidos”.
Los delegados firmaron una declaración de intenciones de 23 puntos entre los que se destacan el llamado a la creación de grupos de bioseguridad con capacitadores cubanos, aceitar los mecanismos de información entre las naciones, reforzar las medidas de vigilancias en aeropuertos y fronteras; promover acciones en común mediante con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y producir capacidades de laboratorio para el diagnóstico. Los países también acordaron dar prioridad al apoyo a los sistemas de salud más vulnerables como el de Haití y otras islas del Caribe, así como fijar una reunión de técnicos en La Habana para fines de octubre.
La declaración también mencionó los cinco millones de dólares entregados por Venezuela a un fondo de combate coordinado por organismos internacionales y el envío de médicos por parte de Cuba a África. Cuba mandó en las últimas semanas 165 médicos a África y según informaron las autoridades cubanas, el martes viajará otro contingente de más de 200 galenos y enfermeros para tener presencia en Sierra Leona, Liberia y Guinea.
Los esfuerzos de Cuba fueron ampliamente comentados y le dio mucha visibilidad a uno de los sectores que la isla suele lucir como uno de las más eficientes de su modelo, la salud.
En Washington, el secretario de Estado John Kerry reconoció el aporte de Cuba y la mencionó como una de las “naciones grandes y pequeñas que están participando en formas impresionantes para hacer una contribución en el frente”. Mientras influyentes medios de prensa como el The New York Times felicitaron a Cuba por su gesto. Entre los países que enviaron líderes o funcionarios a la cumbre en Cuba se encuentran además, Ecuador, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas y Granada.
“Nuestros expertos, epidemiólogos, médicos, científicos… nos han aportado un conjunto de propuestas que vamos a revisar ahora con gran sentido práctico”, expresó el presidente Maduro durante la cumbre.
“Tenemos que abordar la producción de los medicamentos y tratamientos… y un elemento en que han insistido varias delegaciones, la necesidad de un sistema de información y educación certera, veraz, amplia sobre el tema del ébola”. Hasta la fecha no se reportaron casos de ébola en América Latina y el Caribe pero organismos de salud mundial que monitorean el brote epidémico dijeron que ningún país está exento de la enfermedad mortal.
La OMS señaló que dentro de dos meses podrían presentarse cada semana 10.000 casos nuevos de ébola en África occidental, un aumento dramático respecto de los 9.000 totales reportados hasta ahora. Mientras la enfermedad comenzó a llegar a otros continentes.