El fin de semana pasado se clausuró en la isla Margarita, Venezuela, la XVII cumbre del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) o Noal como lo llaman algunas agencias. Con la asistencia de 17 jefes de Estado y 138 delegaciones, el encuentro, además de apoyar al presidente venezolano Nicolás Maduro, debatió la guerra de Siria, el conflicto Israel-Palestina y llamó a democratizar la ONU. También abordó la crisis de los refugiados, la lucha contra el terrorismo, el bloqueo a Cuba y el reclamo de un Puerto Rico sin la bandera estadounidense. En la cumbre, que cerró el domingo sin mucho ruido, Venezuela tomó la dirección del grupo.
Bajo la Guerra Fría.- El grupo MNOAL nace en plena Guerra Fría, a la sombra del enfrentamiento de Estados Unidos y la desaparecida Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Su nombre surge por no alinearse con ningún bloque: Ni con la bandera estadounidense ni la soviética. En su origen, la organización tuvo como base la Conferencia de Bandung, Indonesia, en 1955, que congregó a 29 jefes de Estado y gobierno. Pero, y aquí coinciden historiadores, el verdadero arranque del MPNA lo marcó la Conferencia de Belgrado, Yugoslavia, de 1961. A esta cita asistieron líderes de la altura del presidente egipcio Gamal Abdel Nasser, el mariscal Josip Broz Tito de Yugoslavia, y el líder indio Jawahalal Nehru, quienes dan forma a la entidad.
Un arroz con mango.- Desde su fundación, el MPNA, que hoy cuenta con 120 países miembros, incluyendo la República Dominicana, ha tenido como banderas defender la soberanía de los pueblos, alejarse de cualquier bloque militar, cero bases extranjeras en sus tierras y luchar por un desarme general. Pero en tema de derechos humanos y democracia, el MPNA es un “arroz con mango”, y sanguinarios dictadores se han sentado junto a demócratas. Al analizar el origen del MPNA y el pobre impacto de sus últimas cumbres (en cada cita van menos jefes de Estado y más representantes) una pregunta flota en el aire: ¿Tiene algún sentido la existencia de los No Alineados luego de la caída de la URSS y el predominio mundial de una sola potencia? Hoy, el bloque no tiene un fin claro.