MADRID.  AP.  Innovación y conocimiento son los ejes centrales de una nueva Cumbre Iberoamericana, que, sin embargo, parece monopolizada por conflictos regionales como los de Venezuela y Colombia, además del golpe en Honduras.

 Un año después de El Salvador, el encuentro anual entre los jefes de estado o gobierno de 19 países de América Latina, más España y Portugal, cumple 19 ediciones y regresa a suelo europeo para celebrarse los próximos 30 de noviembre y 1 de diciembre en la localidad portuguesa de Estoril, muy cerca de Lisboa.  Se espera la asistencia de la mayoría de líderes de la región para dos días de reuniones con una agenda económica y de desarrollo, eclipsada en cierto modo por problemas más acuciantes.

  Las tensiones de los últimos meses entre Colombia y Venezuela han dirigido todos los focos a un hipotético encuentro entre sus mandatarios para limar diferencias y a la capacidad de mediación del resto de países.  El presidente Álvaro Uribe ha confirmado su asistencia, pero la presencia de su homólogo venezolano, Hugo Chávez, todavía es una incógnita.  “Nuestras relaciones siempre han tenido aspectos controvertidos”, dijo el secretario general Iberoamericano, Enrique Iglesias, en un encuentro.