NUEVA YORK (AFP) – Los países latinoamericanos se mostraron extremadamente críticos con el escaso impulso a la reforma de Naciones Unidas surgido de la Cumbre Mundial de la organización que este viernes concluye en Nueva York y pidieron un esfuerzo extraordinario de renovación.

   La reunión de tres días estuvo marcada por un documento final surgido de un compromiso alcanzado a última hora que obligó a rebajar las exigencias en cuestiones clave como la financiación del desarrollo, la lucha contra el terrorismo y el desarme y la no-proliferación nuclear, cuya resolución, como la de la ampliación del Consejo de Seguridad, queda postergada hasta mejor oportunidad.

   En sus discursos, los mandatarios latinoamericanos expresaron su pesar por estas omisiones e hicieron de tripas corazón para insistir en que se trata de un primer paso.

   El presidente chileno, Ricardo Lagos, expresó su «frustración» y subrayó que la organización, que cumple 60 años, no avanzó suficientemente hacia las reformas que su país considera necesarias.

   «Chile concurre a esta reunión plenaria con una mirada de esperanza, pero también de frustración», declaró nada más empezar su discurso el mandatario chileno, quien pidió varias veces durante su mandato una reforma de las instituciones internacionales creadas después de la Segunda Guerra Mundial.

   «Seamos claros. No hemos avanzado lo que esperábamos lograr cuando nuestra organización cumpliera sus sesenta años», reconoció Lagos, antes de subrayar que un país «pequeño» como el suyo «aparece mejor protegido por un sistema multilateral eficaz».

    El presidente mexicano Vicente Fox acusó de falta de realismo a los que no valoran el acuerdo alcanzado pero admitió las deficiencias.

   «Yo creo que quien no quiera ver la importancia de la parte llena del vaso no está poniendo los pies en la realidad. No debemos estar satisfechos con este avance. No es la meta final, es el punto de partida. Sobre este documento tenemos todos que enriquecerlo. Y en lugar de criticar, que vengan las ideas».

   El presidente paraguayo Nicanor Duarte llamó a la ONU a «recuperar su rol articulador para poner freno a las graves desigualdades e injusticias que afligen al planeta».

   Por su parte, el venezolano Hugo Chávez cargó contra la ONU afirmando que  «no sirve» para nada. «Hay que decirlo. Es la pura verdad», declaró.

   «Las Naciones Unidas han agotado su modelo», aseguró Chávez. «No se trata simplemente de proceder a una reforma. El siglo XXI reclama cambios profundos que sólo son posibles con una refundación de esta organización», añadió el presidente venezolano.

   El presidente del Parlamento de Cuba, Ricardo Alarcón, dijo que la ONU está siendo víctima de un intento de manipulación de Estados Unidos para «convertirla en un instrumento de su dictadura global».

   «Estamos ante un fraude imperdonable», denunció el responsable cubano. «El objeto de esta reunión fue secuestrado en medio de tortuosas manipulaciones. Quienes se imaginan dueños del planeta no quieren siquiera recordar aquellas promesas» de la Declaración del Milenio, añadió, en alusión a Estados Unidos.

   El vicepresidente de Guatemala Eduardo Stein lamentó «la oportunidad perdida para avanzar en el ámbito de la no proliferacion nuclear y el desarme» y dijo reconocer «la impostergable necesidad de adecuar a la Organización a los desafíos del siglo XXI».

   Por su parte, el presidente peruano Alejandro Toledo exigió un Consejo de Seguridad más eficiente y transparente y subrayó su apoyo a «una reforma integral de la ONU para fortalecerla como eje central de nuestros esfuerzos multilaterales globales».

   Finalmente, el presidente hondureño, Ricardo Maduro, dijo haber recibido «con cierto grado de desaliento, el informe sobre los trabajos orientados a la reforma integral de las Naciones Unidas».

   El mandatario hondureño pidió además un mecanismo urgente para controlar los «inaceptables» precios actuales del petróleo que, afirmó, «conspiran, amenazan y comprometen el combate a la pobreza y todas las metas (del Milenio) que nos trazamos y comprometimos a cumplir para el 2015».

   «Esos precios son inaceptables, constituyen un insulto a la pobreza, la que están contribuyendo a incrementar», afirmó.