Cumbre Nacional para el Bien Común Domínico-haitiano

Cumbre Nacional para el Bien Común Domínico-haitiano

Para que no lleguen “sombreros cuando no queden cabezas”, a la par con la cumbre internacional que se celebrará en el país en meses, debería organizarse una Cumbre Nacional que tenga como objetivo contribuir al Bien Común de las dos naciones que comparten la Isla consistente en  reconstruir y desarrollar Haití sin perjudicar nuestra nación; para así consolidar nuestras respectivas identidades.

Esta Cumbre Nacional partiría del supuesto que la comunidad internacional asumiría las emergencias; y abordaría una agenda de implementación inmediata teniendo como norte asistir a Haití en su reconstrucción para los propios haitianos.

La agenda debería contemplar por lo menos, teniendo en cuenta que agencias internacionales planean su reconstrucción física, además del papel de la industria dominicana de la construcción en esa  reconstrucción: (1)abastecimiento del mercado haitiano de productos provenientes de la agricultura e industria dominicanas, previa maximización de su capacidad de producción para que no afecte los precios nacionales; (2) reforestación de Haití, generando “empleos verdes” mediante plántulas dominicanas debidamente sembradas y cultivadas hasta su preservación; (3) implementación de proyectos que provean alternativas al uso de leña y carbón como fincas energéticas y explotación conjunta de la energía mareomotriz, solar y eólica; (4) transferencia tecnológica hacia Haití a través de haitianos entrenados en la construcción y otras actividades económicas aprendidas en dominicana, y (5), asesoramiento de normativas de construcción.

En esta Cumbre Nacional deberían participar instancias del gobierno que asumen roles en los puntos de agenda mencionados como SEMARENA para que reforeste efectivamente tanto allá como aquí y la SEOPOC; organizaciones empresariales de productores agropecuarios e industriales, organizaciones o cámaras de comercio y relacionadas con la construcción, organizaciones profesionales y sindicales.

Y debe concluir con un pliego de facilidades a otorgar por el gobierno en materia crediticia, tributaria, energética, transporte y emigratorias, incluyendo la mano de obra haitiana; contribuyendo  a la reactivación de la economía dominicana que el gobierno ha declarado como propósito de su gestión del presente año, y a la disminución de la presencia haitiana en nuestro territorio.

Reconstruyendo Haití y reactivando la economía dominicana, ambas naciones se beneficiarían, en consonancia con la concepción de Bien Común, que descarta el beneficio de una en perjuicio de otra.

Apartarse de éste precepto implicaría seguir manteniendo desactivada la economía dominicana y afectar la dominicanidad, de pretender mantener la presión sociodemográfica haitiana sobre nuestro territorio. En manos del gobierno dominicano está la convocatoria de ésta Cumbre Nacional, bastando para ello encomendar su celebración a alguna instancia del poder organizado dominicano que sea capaz de asumir compromisos y tomar e implementar decisiones debidamente concertadas.

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